Hay un refrán que dice "Quien mucho abarca poco aprieta", lo cual significa que aquellos que pretenden hacer muchas cosas, fracasarán en su intento; haciendo todo mal. Bueno eso aplica muy bien a Bethesda con su más reciente juego, Fallout 76, el cual fue tan ambicioso que cayó por su propio peso; con problemas que van desde la narrativa, hasta aspectos técnicos y estéticos.

Vayamos por partes, Fallout 76 es la precuela de toda la franquicia. Aquí tomamos el rol de un sobreviviente del refugio 76, el cual deberá de dar sus primeros pasos en un Estados Unidos que sufre los efectos de una guerra nuclear. Conforme vayamos explorando la región descubriremos todo lo que pasó antes, durante y después de la devastación del mundo.

No obstante, la trama no está del todo desarrollada; principalmente por la ausencia de otros personajes. Todo se te cuenta a través de documentos y las llamadas Holocintas, archivos de audio donde diversas personas, incluyendo una mujer conocida como La Supervisora, narran los eventos. Esto hace que todo se sienta muy impersonal y nunca se logre un interés real por lo que sucede en el juego.

Esto es grave, pues al ser un MMO, depende en gran mayoría de su narrativa; esto con el fin de justificar lo que hacemos en el mapa, más allá de la exploración y experimentación que le queramos agregar nosotros a la obra.

Lo anterior se magnifica cuando damos cuenta del inmenso mapa al que somos arrojados, el cual está prácticamente vacío. Todo lo que encontramos son enemigos y misiones que se vuelven repetitivas; derivado de la falta de personajes controlados por la IA. La gran apuesta del la desarrolladora era crear un ambiente donde los jugadores llenaran todos lo espacios con sus propios avatares, si bien eso suena interesante en la teoría; en la práctica no lo es tanto, porque el juego cuenta con soporte para muy pocos usuarios, aunque tampoco es que haya muchos en este momento. Cosa que da como resultado un título desolado en todos los sentidos posibles.

Algo positivo que podemos mencionar del mapa es que este cuenta con distintas regiones muy bien diferenciadas, con varios lugares para explorar y descubrir, así como enemigos y fauna característica de la zona; lo cual te entretendrá durante las primeras horas de tu incursión. Además de que ya existen ciertos eventos para uno o varios jugadores a lo largo del territorio.

No sólo eso, esta entrega introduce el CAMP, que no es otra cosa que poder montar un campamento en los distintos lugares que exploremos. Más allá de una simple tienda y un colchón, podremos crear casas o fortalezas completas; todo dependerá de nuestro ingenio y materiales con los que contemos.

En cuanto al gameplay, este toma inspiración de la cuarta parte de la saga. Así, nuestro avatar tiene la posibilidad de usar distintos tipos de armas, mismas que pueden mejorarse y repararse en la mesas de trabajo que encontramos en varias partes del mapa. De igual manera podemos crear nuestras propias armaduras para protegernos del daño y del hostil ambiente.

Además, no sería un buen RPG si no tuviera un árbol de habilidades. En este caso es el "Sistema SPECIAL", el cual nos ayuda a mejorar diferentes aspectos estadísticos a través de puntos y tarjetas especiales que obtenemos al subir de nivel; mismas que agregan efectos, como resistir la radiación o tener mejor puntería.

Algo que causará extrañeza a los fans será la eliminación del VATS; o más bien, su simplificación. Para hacer más amigable el interactivo con el público nuevo, esta opción, que antes era primordial para los ataques, pues nos mostraba los puntos vitales de los enemigos, así como su resistencia y porcentaje de daño; ahora simplemente está ahí como algo anecdótico, puede activarse o no, la diferencia será mínima. De hecho, se necesita una de las habilidades de SPECIAL para poder activarlo.

Si bien todo lo anterior, tanto bueno como malo, pueden caer en términos de percepción de cada jugador; donde el juego no tiene disculpa es en lo técnico. Por alguna razón, Bethesda decidió usar un motor gráfico que a leguas se ve viejo; el título luce realmente mal, tanto en diseño de personajes, como en ambientación, quedando muy por debajo de los títulos AAA de la actualidad. 

No sólo eso, cuenta con varios bugs y glitches por demás evidentes; nada que pueda arruinar por completo la experiencia, pero que sí denota un mal trabajo de optimización, esto a pesar de todos los inconvenientes fueron señalados durante la fase Beta. En este momento se liberó un parche para arreglar esta situación, el cual pesa casi lo mismo que el propio juego, dando a entender que se tuvo que rehacer el trabajo casi en su totalidad para arreglar lo que sucedía. Aún así, persisten ciertos errores.

Parece increíble que una compañía con tanta experiencia y tan querida por el público como lo es Bethesda, haya entregado una obra tan irregular; más cuando damos cuenta de que le apostaron todo al juego para este 2018, tanto así que mandaron a 2019 otros estrenos como Rage 2, Doom Eternal y el nuevo Wolfenstein.

En este momento, Fallout 76 no es una opción ni para los fans, ni para aquellos que quieran introducirse a esta franquicia. Esperamos que con actualizaciones y soporte post-lanzamiento se pueda rescatar el título, como sucediera con Destiny, Final Fantasy XIV y el igual de polémico, No Man's Sky.