Marisa Jara es una reconocida modelo catalana nacida en 1979 y quien hoy en día vive en el famoso barrio Noting Hill de Londres. Por trastornos alimenticios pasó de ser talla ?modelo de pasarela internacional? a la nueva tendencia de ?modelo 'curvy'.?
Estas son sus confesiones sobre la vanidad y las dificultades que ha tenido que afrontar por la crítica a sus drásticos cambios de peso.
No obstante, ella confiesa que le encanta y que ha descubierto un 'back stage' más relajado y, sobre todo, ya no se siente culpable cuando se da un 'capricho' culinario.
¿Cómo fue el proceso de ser una modelo convencional a modelo 'curvy'?
Fue por una enfermedad que llevaba arrastrando desde hace mucho tiempo. Al principio no le daba mucha importancia, pensaba que se me iba a pasar. Pero se me desbordó la situación y empecé a tratarme con psicólogos, psiquiatras y nutricionistas. He tenido muchos rechazos. Recuerdo un cliente de Italia, con el que tenía un contrato de cuatro años. Llegué el segundo año a hacer una campaña con ocho kilos de más. El cliente y la estilista se quedaron mirando y preguntándose 'qué hacemos con ella'. Lo defendí como pude, utilizaron mucho 'photoshop' y la otra modelo de la campaña trabajó mucho más que yo. Yo estuve muchos días en el sofá mirando cómo la otra trabajaba. Has firmado un contrato, hay unas tallas, unas medidas, y yo las estaba incumpliendo. Y me lo anularon.
¿Cómo te cuidas en tu nueva faceta 'curvy'?
Voy al gimnasio, me gusta muchísimo hacer bickram yoga tanto para mantenerme como para despejar la mente. Además como muy sano. Cuando voy a un restaurante puedo permitirme un capricho.
¿Qué tiene que tener una buena modelo 'curvy'?
Naturalidad y estar segura de sí misma. La belleza no está reñida con una talla.
Marisa ama tanto la moda que no la importó evolucionar hacia esta nueva fase 'curvy' y lo ha hecho con éxito. Ha asumido el cambio sin dramatismos y con mucha ilusión. Hoy parece una mujer equilibrada y feliz. Charla con tranquilidad y sonríe ampliamente mientras se fuma un cigarro. Tampoco tiene tabús ni le faltan palabras en la conversación: habla de todo.



¿Te preocupaba no tener tantos contratos?
Al principio estaba un poco perdida. No tengo menos contratos. Yo siempre he trabajado muchísimo fuera y sigo haciéndolo. Viajo mucho a Londres y Nueva York. Por ejemplo, la semana que viene tengo un rodaje de una campaña.
¿De dónde crees que viene esta tendencia 'curvy'?
La moda siempre busca cosas diferentes. El 'boom'curvy' es muy positivo para muchas mujeres. Hace que se sientan guapas e identificadas y es genial que alguien que tenga una 46 no tenga que ir a la tienda de turno para comprarse ropa y pueda tener mucha variedad.
Hay otro tema muy importante para las modelos: las redes sociales, ¿qué tal las llevas?
Me gustan muchísimo. Creo que es el invento del siglo. Poder conocer gente, compartir consejos... Es muy gratificante. Eso sí, no estoy todo el día pendiente del móvil.
¿Alguna vez te han pedido el número de seguidores antes de hacerte un contrato?
Sí, cuando empezaba lo de las redes para alguna marca 'online'.
Con información de El Mundo