"Si la amarga necesidad o la prudencia me hubieran impedido estar cerca de ti, te habría escrito en el momento oportuno y en el inoportuno con la esperanza de que una sola frase, una sola palabra pudiera alcanzarte. Y aunque te negaras a recibir mis cartas, no habría dejado de escribirlas, de modo que supieras que, a toda costa, siempre habría cartas esperándote". Oscar Wilde, De Profundis, 1897.

Tuve un maestro en la Universidad que decía que el amor por ningún motivo puede ser un discurso de guerra o un discurso de muerte. Sin embargo, yo veo que no es así... muchas relaciones amorosas de hoy día comparten características en las que los sujetos son cosificados.

El tema del amor no correspondido puede resultar doloroso para miles de personas, pero por favor, en algún momento tenemos que afrontarlo. Si en el transcurso de esta lectura te sientes identificado, no te angusties, esta es una buena oportunidad para hacer las cosas mejor, o peor que antes. ¿No quieres hacerlas mejor?

En entrevista con SDPnoticias, Mario Guerra, psicoterapeuta por el Centro de Terapia Breve de Palo Alto, California, y experto en relaciones de pareja, nos habla sobre el mal que ha aquejado, nos atrevemos a decir, a TODOS. Porque seamos honestos, a menos que hayamos crecido como niños, jóvenes y adultos con una seguridad muy definida, todos hemos sufrido por amor alguna vez, y todos somos propensos estar en una relación de este tipo.

Según Mario, un amor no correspondido puede definirse como aquella relación en donde una persona entrega demasiado a la otra sin recibir nada a cambio, o en algunas ocasiones, recibiendo muy poco. Esto debido a que piensan que el amor que sienten por el otro va a alcanzar para los dos y así podrán ser felices.

Este tipo de personas revelan un perfil masoquista, inseguro e insatisfecho. Generalmente, ellos apuestan todo por el ser amado, tienen infinidad de atenciones, cariño, cuidados, y todas las manifestaciones románticas que se nos puedan venir a la cabeza porque piensan que en un futuro, ese alguien los amará con la misma intensidad, cosa que qué creen, nunca pasa.

Por su parte, el que se deja querer, permanece en ese círculo vicioso porque de cierto modo se siente cómodo, él va a obtener todo lo que quiera de la otra persona, y, a la larga, se convierte en un ser convenenciero que abusa de las atenciones del otro

"El querer a una persona no se aprende; lo que vas teniendo es convivencia, costumbre y apego, pero el amor romántico se tiene que sentir desde el principio o difícilmente se va a sentir".

Para Mario Guerra, este es un tema de valoración, los individuos confunden la necesidad de afecto con el estar enamorado. Y, en este sentido, cuando se da cuenta de que necesita la compañía del otro, comienza a dar mucho más de lo que recibe e incluso, de lo que podría dar, olvidándose de sí mismo, con tal de que "el ser amado" permanezca a su lado.

Entonces, ¿qué pasa? Después de años invertidos, un amor no correspondido duele porque, a como lo ven muchos, se trata de un rechazo. No obstante, el también conferencista aclara que no es así, ya que todos estamos en libertad de decir: "Yo te gusto, pero tú a mí no, tú me quieres, pero yo a ti no". Y este no debe ser un motivo para sentirnos menos, se trata de un hecho realista de la vida.

Mario nos comenta de un estudio que te va a dejar con la boca abierta:

Sin embargo, quienes entregan demasiado regularmente creen que porque eligieron a una persona para compañera de vida, esta persona les tiene que corresponder, no importa cuánto tiempo tengan que invertir en cortejarla. Aún cuando tengan que sufrir cual Victoria Ruffo en Corona de lágrimas.

Esto es falso, es una idea demasiado romántica e irracional del amor que algunos medios nos han hecho creer. Nos venden un montón de paradigmas sobre el guión narrativo de lo amoroso y no descubrimos la verdad hasta que topamos de pared y la experiencia nos desmiente. Así como tampoco es cierto que lo que cuesta más trabajo es lo que más se disfruta, pues en muchas ocasiones lo fácil es igualmente disfrutable y valioso.

La raíz viene de la infancia. Aunque todos podríamos vivirlo, la mayoría de los casos se presentan en personas que durante la niñez no se les enseñó a reconocer sus sentimientos y necesidades, ni lo que podría satisfacerlas, o crecieron pensando que el amor es indiferencia y desapego. ¿Por qué? Porque sus padres los trataron fríamente o fueron violentos con ellos.

Todo es por un problema psicológico de la infancia que te hace creer que un apego seguro es cuando alguien te trata mal porque te quiere, y, en su defecto, un apago inseguro es cuando la persona que quieres va a estar contigo y te corresponde. Todo al revés.

Foto: Internet

De hecho, la codependencia no se refleja hasta la etapa de la adolescencia, cuando el individuo comienza a relacionarse de manera romántica con otras personas ya que, "la semilla que se sembró en la infancia empieza a dar estos frutos no muy buenos".

Si ya has pasado por algo así, recuerda que siempre que elegimos algo, renunciamos a otra cosa, pero eso que elegimos debe ser profundamente valioso. ¿Tú dignidad y tu vida no lo son?

Y si te encuentras en una relación con esas características, toma en cuenta que un día esa persona se irá, porque al final de cuentas no le importabas tanto.

Para que no te vuelva a ocurrir, sigue los siguientes consejos de Mario Guerra, y si es necesario salir corriendo, ¡házlo! Será difícil, pero no son palabras dichas, tiempo al tiempo. Finalmente, será lo mejor para ambos.

Si estás interesado en alguien y tú le estás ofreciendo actos románticos, pasa un periodo más o menos de seis meses y no te corresponde con nada, es decir, piensa más en él que en ambos, mejor aléjate. No está ni estará interesado en ti, sólo está cómodo con lo que le das.

Preguntarle si siente algo por ti. Esa seria la señal más inequívoca porque al final te daría más claridad.

Abusa de ti, acepta todo lo que le ofreces, pero nunca se compromete realmente y piensa que él no tiene la culpa de nada porque "no te está obligando a amarlo".

En todos los casos, si decides quedarte, esto no sería sano y no es un comportamiento que te hará feliz. No esperes que todo mejore mágicamente, no pasará.

¿Tú qué piensas? ¿Te sentiste identificado?