Las vacaciones de verano se encuentran a la vuelta de la esquina y con ello el reto más importante de las mamás y los papás es cuidar la alimentación de sus hijos para garantizar su sano crecimiento y evitar el sobrepeso, ya que es en la temporada vacacional que los pequeños suelen subir hasta 4 kilogramos.

De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la salud (OMS), México ocupa el primer lugar en obesidad infantil, lo cual, más allá de un origen genético, tiene que ver con la calidad de la alimentación, señaló Elizabeth Pérez Cruz, jefa del Servicio de Nutrición del Hospital Juárez de México.

Explicó que, dadas las condiciones de vida en el país, la alimentación de las niñas y niños está basada en una “nutrición exprés” y que el 44% de los infantes de seis a 23 meses de edad no consume frutas o verduras y el 59% no consume huevos, leche, pescado o carne y únicamente dos de cada 10 niños a nivel escolar (de cinco a 11 años) consumen verduras y leguminosas.

“La obesidad principalmente se relaciona con un aspecto genético, pero actualmente el estilo de vida ha tomado un papel importante, pues la ingesta de alimentos de alta densidad calórica, bebidas azucaradas y la falta de activación física recae directamente en estas enfermedades, además de la elevada disponibilidad de comida chatarra, alimentos procesados y con azúcares adicionales en las escuelas del país”

Elizabeth Pérez Cruz, jefa del Servicio de Nutrición del Hospital Juárez de México

En este sentido la licenciada en Nutrición Pediátrica y Perinatal, Mariana Orihuela Castro, señaló que es importante prevenir este problema desde etapas tempranas de crecimiento, incluso desde la etapa gestacional.

“La alimentación de los niños debe ser basada en frutas, verduras, productos de origen animal bajos en grasa y cereales de tipo integral, entre los que destaca la tortilla de maíz nixtamalizado como una excelente fuente de nutrimentos como calcio y fósforo, necesarios para la formación de huesos y dientes sanos, así como desarrollo de músculos y tejidos”

Elizabeth Pérez Cruz, jefa del Servicio de Nutrición del Hospital Juárez de México

Agregó que, “por su alto contenido en fibra, la tortilla de maíz evita el estreñimiento, previene enfermedades cardiacas y mantiene los niveles de glucosa en sangre normales, también nos mantiene satisfechos por más tiempo, por lo que puede ayudarnos a prevenir la obesidad”, aseguró la nutrióloga pediátrica.

La tortilla de maíz nixtamalizado, ya sea la elaborada con masa o bien con harina de maíz como la de marca Maseca, es considerada como un alimento básico en la dieta de los mexicanos, independientemente de su estatus socioeconómico y, según expertos, aporta hidratos de carbono, materia proteica y grasa en las proporciones adecuadas para cada organismo.

Sin duda, en nuestros tiempos, es cada vez mayor la necesidad de transmitir a las familias lo importante que es una nutrición adecuada y balanceada, como un componente elemental para asegurar la salud de los más pequeños.