A las 7 de la noche del 26 de diciembre de 2021, Karen Reyes recibió una llamada por la cual le informaron que Daniel “N”, el hombre acusado por el feminicidio de su hija, Renata Martinely, había sido detenido.

Un año y 27 días después del feminicidio de Renata y de la lucha de su familia por justicia, fue que la fiscal Dilcya García le informó a Karen sobre la detención de Daniel “N”, en un retén de policía.

“Hicieron un retén y ahí detuvieron la camioneta de su hermana, ahí venía él. Ya que teníamos la orden de aprehensión, ahí mismo lo capturaron”.

Karen Reyes, mamá de Renata

Tras la detención, la primera audiencia se realizará este 28 de diciembre en los juzgados de Chalco, en el Estado de México (Edomex), por el delito de feminicidio.

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Audiencia por feminicidio de Renata
Audiencia por feminicidio de Renata (FB Justicia para Renata)

La pena máxima por el feminicidio de Renata

En entrevista con SDPnoticias, Karen Reyes dijo que tras la detención de Daniel “N”, exigen que en el juicio no haya anomalías ni busquen dejarlo en libertad; piden la pena máxima en su contra.

“La sentencia máxima para que no pueda volver a hacerle daño a ninguna niña, mujer familia y comunidad como lo hizo con nosotros”.

Karen Reyes, mamá de Renata

La mamá de Renata aseguró que fue tras más de un año de incansable lucha, junto a amigos, colectivas feministas y mamás, que se logró la orden de aprehensión y detención del hombre.

Dijo que aunque fue tardado pero que, lamentablemente, en comparación con otros casos que siguen impunes, la investigación por el feminicidio de su hija avanzó.

Para Karen, desde que encontró a su hija asesinada, el único sospechoso fue Daniel “N” y considera que aferrarse a eso también fue clave para la detención.

Mural de Renata en Ixtapaluca
Mural de Renata en Ixtapaluca (FB Justicia para Renata)

La lucha por justicia para el feminicidio de Renata

“Para mi, es cien por ciento necesaria la lucha de las madres para tener justicia”, lamentó Karen, quien desde hace un año acude a protestas, concentraciones y marchas para exponer su caso y exigir justicia.

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“Desafortunadamente si no hubiera sido por la lucha yo creo que se hubieran tardado más. Vieron el movimiento, la presión social y llámalo conciencia o no, pero después de la sentencia de Fátima es cuando me informan sobre la orden de aprehensión”.

Karen Reyes, mamá de Renata

Karen Reyes explicó que el 12 de octubre, cuando declararon la sentencia vitalicia al tercer feminicida de Fátima Quintana, ella acompañó en la protesta afuera de los juzgados a su mamá, Lorena Gutiérrez.

Y que un día después, “por arte de magia”, fue que le informaron sobre la orden de aprehensión contra Daniel “N”; “no se si porque se dan cuenta que nos rozamos con personas dentro del movimiento, pero semanas antes nos habían dicho que no tenían nada”.

“Entonces si es cien por ciento indispensable que uno se sume a esta lucha para meterle presión a las autoridades”, aseguró la mamá de Renata, quien también dijo que esto es un granito de arena en el camino a la justicia por su hija y muchas mujeres más.

Renata Martinely
Renata Martinely (Cortesía para SDPnoticias)

El feminicidio de Renata

Renata Martinely Luna Reyes, de 13 años de edad, fue asesinada al interior de su casa el 29 de noviembre de 2020 en la colonia Chocolines, municipio de Ixtapaluca, Estado de México.

Ese domingo, su mamá salió del domicilio para ir a trabajar; dejó a su hija dormida y se dio cuenta que tardaría en despertar porque una noche antes estuvo despierta hasta tarde platicando con sus amigos.

Renata debía llegar a la casa de sus abuelos, a unas cuadras de su hogar pero no llegó y cuando fueron a buscarla, nadie abrió la puerta.

Cuando Karen regresó de trabajar forzó la entrada del domicilio porque no tenía llaves. Encontraron todas las luces apagadas y en la habitación,  a Renata asesinada, con signos de violencia.

Desde ese momento, para  Karen el posible responsable del feminicidio era su expareja, un hombre de quien se separó 5 meses antes porque intentó grabar sin su consentimiento a Renata.

Esta situación la denunciaron en la Agencia Especializada en Violencia Familiar, Sexual y de Género (Ampevis) de Ixtapaluca, pero no le dieron seguimiento.