Edith Olivares, directora de Amnistía Internacional México dijo que en el marco del 28S, Día de Acción Global por el Aborto Legal, la presencia policial en las manifestaciones feministas parece una provocación.

En entrevista para Así las cosas, aseguró que no deberíamos acostumbrarnos a una presencia policial tan abundante en las manifestaciones, pues cada vez hay más policías en las manifestaciones feministas.

“La sensación que queda, y sí debo decirlo abiertamente y hacer un llamado al gobierno de la Ciudad de México en especial, que la sensación que queda, contrario a eso, se presume puede haber actos de violencia antes de que se presente la manifestación. (Genera) una sensación de provocación con una presencia policial tan fuerte, tan aguerrida”

Edith Olivares, directora de Amnistía Internacional México Hay que concentrarse en el motivo

Por otra parte, recordó que varias mujeres acudieron el pasado 25 de septiembre a cambiarle el nombre a la Glorieta de Colón, donde recibieron una suerte de afrenta por parte del gobierno.

Esto porque el gobierno de la CDMX decidió borrar los nombres de los desaparecidos y víctimas de feminicidio que familiares escribieron en las vallas que protegían el pedestal de la glorieta.

“Estos actos se van sumando a la sensación que tienen muchas mujeres de que el Estado y algunos gobiernos en particular no permite o no facilita, no establece canales de diálogo en estos espacios de protesta”

Edith Olivares, directora de Amnistía Internacional México

Hay que concentrarse en el motivo de las manifestaciones y no en lo que pasa al final: Amnistía internacional

Marcha 28S en CDMX

Por otra parte, la directora de Amnistía Internacional aseguró que es preocupante que en los últimos años, en las manifestaciones feministas se concentra mucho la narrativa en torno a lo que pasa al final de la manifestación.

Afirmó que es necesario enfocarse en el motivo, en este caso, la exigencia de un aborto legal y seguro en México, pues en 28 estados de la República todavía es penado con cárcel.

“Una cosa que nos preocupa es que, cuando hay manifestaciones feministas, en los últimos años diría yo, se concentra mucho en la narrativa en torno a lo que pasa al final de la manifestación y no al motivo de la manifestación”

Edith Olivares, directora de Amnistía Internacional México

“En 28 entidades federativas el aborto sigue estando penalizado y por eso las mujeres seguimos saliendo a las calles en México para exigir que el aborto sea legal, libre y gratuito en todo el país y que el Estado nos garantice el derecho a decidir”, aseveró.

Además, recordó que el derecho internacional de los derechos humanos establece que las autoridades tienen la obligación de asumir que una manifestación es pacífica hasta que suceda lo contrario.

Es decir, que mientras transcurra la manifestación transcurra es pacífica, y si hay algún connato de violencia, en ese momento deberá intervenir, incluso, para proteger a las manifestantes que no participan de las agresiones.

También dijo que en el Derecho Internacional se señala que “violencia” en las manifestaciones se refiere a hacer daño a las personas, por lo que rayar paredes o monumento no constituye un acto de violencia.

“Pintar calles, intervenir monumentos son actos que están protegidos por el Derecho Internacional de los derechos humanos como actos de libertad de expresión”

Edith Olivares, directora de Amnistía Internacional México

Presencia de policía genera ambiente tenso en manifestaciones

Edith Olivares dijo que cada vez es más difícil salir de una manifestación debido el cerco que la policía hace a los contingentes.

Además, esto impide que se pueda dispersar adecuadamente una manifestación en caso de que se desarrolle un connato de violencia.

“Esto sí preocupa porque genera un ambiente muy tenso en las manifestaciones en general”

Edith Olivares, directora de Amnistía Internacional México

Sin embargo, reconoció que es necesaria la intervención, sólo si se presenta una agresión en contra de algún manifestante o policía.

Pero llamó a las autoridades a recordar que antes de que se registre algún evento violento, la manifestación debe considerarse como pacífica.