El nombre de Daniela Spanic está acaparando titulares luego de que su hermana gemela, Gabriela Spanic, informara que fue agredida a las afueras del juzgado familiar de la Ciudad de México.

Ataque que Gabriela Spanic, de 48 años de edad, asegura no es un accidente sino un intento de homicidio ideado por Ademar Nahum, exesposo de Daniela Spanic, quien ya lo negó.

Daniela y Gabriela Spanic

Pero, ¿quién es Daniela Spanic, la hermana gemela de Gabriela Spanic que fue agredida?

Daniela Spanic es la hermana gemela de Gabriela Spanic, ambas de 48 años de edad. Ella es modelo, actriz y presentadora de televisión.

La nacida en Venezuela se dio a conocer en 1998, año en que su hermana protagonizó la telenovela mexicana La Usurpadora, donde compartió créditos con Fernando Colunga, de actualmente 56 años de edad.

Contrario a Gabriela Spanic, quien aprovechó el éxito de la telenovela para conseguir más proyectos en televisión, Daniela Spanic prefirió llevar una vida más tranquila por lo que se alejó de los reflectores.

Daniela Spanic

Renunció a la actuación para construir una familia; sin embargo, su nombre resonó con fuerza en 2007, año en que sufrió un derrame cerebral cuando estaba embarazada de su hija Katalina.

Tras una caída, Daniela Spanic estuvo en coma por dos semanas, cuando despertó no recordaba nada ni siquiera que estaba embarazada. Su situación fue complicada por lo que se tuvo que someter a terapias de rehabilitación.

Aunque han pasado muchos años, la exactriz sigue viviendo las secuelas de este derrame por lo que sigue en tratamiento.

Vida personal de Daniela Spanic

Daniela Spanic está casada con Ademar Nahum, con quien tiene una hija llamada Katalina, de 14 años de edad.

Daniela Spanic y Ademar Nahúm

Hace unos meses, la hermana gemela de Gabriela Spanic hablaba del fin de su matrimonio de 10 años, cuyo trámite de divorcio aún no finaliza, razón por la que esta semana se presentó en el juzgado familiar.

Mediante una sincera entrevista para Venga La Alegría, Daniela Spanic informó que su separación se debe a la violencia doméstica y psicológica que ella y su hija viven.

De acuerdo con la venezolana, vivir con Ademar se volvió un infierno y es que él no deja de agredirla así como faltarle el respeto a ella y a Katalina.