Tras el lanzamiento de Doritos Rainbow, una edición especial de la famosa marca de botanas que apoya a la comunidad LGBT con su fondo blanco y el logo en forma de arcoiris con los colores de la bandera gay, un grupo de ultraconservadores estadounidenses afirman que el producto induce a los niños a volverse gays.

La razón por la que Doritos decidió unirse a el proyecto It Gets Better (?Mejorará?), es que han recibido un gran número de correos que denotan un alto porcentaje de acoso en colegios, por lo que quieren contribuir a evitar el suicidio entre jóvenes. Tal como lo externó Gonzalo Garrido, secretario de la organización en España:

?El propósito es simplemente lanzar un mensaje positivo a esos adolescentes que están sufriendo acoso en los colegios para que sepan que su situación puede cambiar y que hay personas que les quieren como son?.

Sin embargo, algunos blogueros y columnistas conservadores han alzado la voz en lo que para ellos es un caso de inducción a la homosexualidad, pues consideran que una bolsa de doritos puede determinar la orientación sexual de un adolescente... Por ello, la página American Thinker ha publicado recientemente que "si quieres saber a que saber un gay, prueba Doritos Rainbows".

Por otra parte, el hashtag #BoycottDoritos ha servido de excusa para una oleada de comentarios homófobos de parte de quienes creen que alertar sobre las agresiones que muchos niños y niñas sufren en la escuela es de lo más ofensivo. 

Para ellos está dirigida una encuesta de la Universidad Complutense de Madrid, hecha por el profesor José Ignacio Pichardo, donde se demuestra que la principal causa de hostigamiento en las aulas, según la percepción de los maestros, es ?ser chico y parecer o comportarse como una chica?, por encima de ser gordito o por cuestiones de higiene.

Ante la situación, el sexólogo Juan Macías explica que los comentarios con carácter discriminatorio no tienen ningún sentido, pues el problema está más arraigado de lo que pensamos:

?La orientación no es una elección que se pueda manipular desde fuera. Igual que no se puede facilitar o provocar que alguien sea heterosexual, tampoco que sea homosexual. Reírse del niño con pluma, o amanerado, es casi un ejercicio de inclusión en un grupo de iguales. Y, además, es mucho más frecuente en población bisexual?.

Y agrega que este tipo de campañas "cuando dan un mensaje de diversidad y se hacen desde el respeto, son totalmente favorables. La imagen de esta campaña es una cuestión de colores, de arcoíris? es muy ligera. Muestra la diversidad, y a quien lo quiera entender le permite acceder a ese referente?.

Con información de El País.