“Confesar el mérito de otro es probar que uno lo tiene. Negarlo injustamente, prueba que no pudiendo uno elevarse, pugna por poner a todo el mundo a su nivel.”<br>

Ignacio Manuel Altamirano

Ricardo Anaya

Algo les hizo daño, y de seguro no fueron las mantecadas Bimbo. Ricardo Anaya y la 4T han iniciado una campaña en contra de Oxxo. El primero con su video donde se lanza en pugna de las caguamas (¡a quién se le ocurre!) y los segundos diciendo que esos establecimientos no pagan la luz.

Ya es por todos conocido las imprecisiones (por no decir la sarta de mentiras) vertidas todos los días en las mañaneras. Si bien, tristemente, en general no importando lo señalado por el residente de Palacio, nadie le dice que está equivocado. Empezando por los de su propio equipo...

FEMSA, Bimbo y Walmart 

Mas, sin embargo, todo tiene un límite y ante la mentira de Andrés Manuel que FEMSA, Bimbo y Walmart no pagan el recibo de la electricidad que consumen, dichas empresas contestaron con cartas (tipo esas a las que tanto recurre el presidente de nuestra nación), donde evidencian que sí pagan sus recibos de luz.

FEMSA compartió que tan solo en 2020, la cadena Oxxo pagó mil 576 millones de pesos por electricidad a la CFE; subrayando que sus contratos están normados y son legítimos, 

“Apegados a la legalidad, el suministro de energía renovable que surte nuestras operaciones nunca ha sido en perjuicio del estado mexicano”

Olvidó también López Obrador considerar los empleos generados por dichas empresas, así como sus inversiones a lo largo de los años en energías limpias.

Tal vez lo que molesta a la 4T es que solo el 30% de las tiendas Oxxo NO se surten de energía eólica y solo de la CFE, y quieran un incremento en lo que cobran. Craso error, pues el otro 70% de su consumo de energía eléctrica no contamina, aunque no sea pagado a la Comisión Federal de Electricidad.

Con el ciclo usado por la cadena de dichos autoservicios, FEMSA dejó de emitir más de 570 mil toneladas de CO2 en 2020. Algo similar a lo producido por 123 mil 298 vehículos de pasajeros circulando todo el año o equivalente al consumo de 1.3 millones de barriles de petróleo.

Osito Bimbo

Mientras se odia al ‘osito Bimbo’ (pues no olvidemos que, según Hugo López-Gatell, gracias al consumo del pan dulce, el COVID avanza más rápido), la compañía da trabajo a más de 300,000 personas en nuestro país y sus plantas ya utilizan al menos el 80% de energías limpias. Una empresa mexicana de impacto internacional, pero atacada desde la palestra presidencial.

No es ilegal decir mentiras. Pero afortunadamente tampoco —por ahora, al menos— contestar y señalar las mismas. La ley aprobada por el Congreso de la Unión (ambas cámaras) es inconstitucional y acarreará costos más altos para el usuario promedio. Desde económicos hasta de salud por la quema de combustóleo para su generación. Dichas mermas tienen otro efecto colateral: las partículas contaminantes que se quedan en el ambiente impactan al campo al generar lluvia ácida.

Lo que resulta inaudito es que la defensa del presidente de la nación de su propuesta de ley (hoy ya Ley, si bien suspendida) esté basada en falsedades, errores y en defenestrar a las empresas quienes han invertido en las energías limpias en México y que pagan sus contribuciones federales y locales. Olvida —una vez más— que gobierna para todos los mexicanos y que sería magnífico que la 4T hubiese podido generar en los pasados dos años al menos el mismo número de empleos creados y sostenidos por estas empresas.

Lo cual, dicho sea de paso, se traduce en mejores condiciones de vida para todas las familias que dependen de forma legal y honesta de su trabajo. No solo eso, lo anterior también genera una importante fuente de ingresos al estado mexicano a través de impuestos.

Seguramente en su gira de este fin de semana, López Obrador dirá que lo dicho no es cierto o que lo mal interpretaron o que las caguamas deban venderse calientes para evitar el contagio de covid (sí, ya fue planteada esa peregrina idea); algo en común tiene Anaya con él...

Ojalá que más empresas insistan en invertir en energías limpias. En la creación de empleos en nuestro país y en señalar las ventajas de no continuar contaminando. Se ve difícil, no obstante, si la 4T sigue pervirtiendo la información y ahuyentando la inversión.

Llama poderosamente la atención: el gobierno tiene muy mal sus prioridades. Y estas son “ayudar” a Pemex y a la CFE a un costo menor para la mayoría de los mexicanos. Ojalá Tatiana Clouthier, titular de Economía, o Luisa María Alcalde, del Trabajo, le pasen a López Obrador los datos de los empleos generados por estas empresas y le hagan ver la importancia que tienen las mismas.

Mientras tanto, aunque el dulce personaje del ‘osito Bimbo’ ya no pueda aparecer en los empaques de sus productos, desayunemos con un pan dulce de esa marca o, bien, en la tarde calurosa brindemos con una caguama. Que los mexicanos que trabajamos y pagamos impuestos olvidemos, al menos por un momento, las mentiras y las arbitrariedades producto de la Cuarta Transformación.