La cuerda floja es una cosa tan mental como física. Si te desconcentras, pierdes el equilibrio.<br><br>
De la película The Walk
La información está a la vista. Basado en datos oficiales, y a partir de ahí la construcción de la tendencia y de promedios diarios, semanales y mensuales, en México ha iniciado ya una segunda ola de contagios. Esta, al parecer, más agresiva que la primera.
Mientras esto sucede, el diario The New York Times dedicó el día de ayer una columna a la alcaldesa de la Ciudad de México. Objetiva y puntual. Señala los aspectos en los que está marcando distancia del ejecutivo federal, precisamente en lo relacionado a cómo la 4T ha hecho frente a la pandemia del covid. Hay otros articulistas que también ya habíamos mencionado esto mismo. Queda constancia en mi artículo del pasado 11 de junio, “Claudia Sheinbaum en tiempos del Covid-19: Disciplina con autonomía”.
Muy probablemente, la Claudia institucional negará lo vertido por el diario neoyorkino. Al menos lo minimizará. Sin embargo, es cierto, son conocidas las divisiones y desencuentros entre la jefa de gobierno de la Ciudad de los Palacios y el nuevo delfín de Palacio Nacional, Hugo López-Gatell.
La separación a la que se refiere el rotativo fue también retratada en la asistencia de los miembros de la 4T al evento con motivo del segundo informe de labores del presidente, donde una de las dos funcionarias que no solo usa cubrebocas, sino también guarda sana distancia y se le nota alejada y molesta es Sheinbaum.
López-Gatell ha pregonado los bemoles del uso de tapabocas; ya está cambiando de opinión. Pero la única que mantuvo desde un principio el uso del mismo, fue la verdadera científica, Claudia Sheinbaum. También cuando una ONG demostró que el número de muertos en los tres primeros meses de la pandemia era mayor al mismo periodo del año pasado, lo cual significaba mayor cantidad de víctimas por el covid, la única que estableció un equipo para corroborar (y más tarde avalar) dicha información, fue la alcaldesa.
En cuestiones de semáforo, mantener la sana distancia y el uso sin distingos del cubrebocas, la posición de la gobernante de la CDMX es mucho más firme y constante que las banalidades del encargado federal de domar el virus. Quizá por sus conocimientos científicos y al mismo tiempo ser la encargada de la capital del país; una de las más grandes concentraciones poblacionales del orbe, sino es la que más. Ello ha hecho que tome las medidas necesarias para que la pandemia no se convierta en un brutal azote sobre una ciudad tan densamente poblada.
Claudia Sheinbaum juega ahora en un escenario de tres pistas: la pandemia (clara su posición), la crisis económica (ya presentó un plan de trabajo en conjunto con los empresarios, mucho antes que el gobierno federal) y la política. En este último rubro, ella es de las posibles candidatas para el 2024. Ante lo cual, ha demostrado una cualidad poco común en la 4T: ha preferido seguir el conocimiento científico a los vaivenes políticos. Tal vez sus protestas no han sido escandalosas, pero sí han sido conocidas las desavenencias con la administración federal. ¿Y cómo no protestar aunque sea un poco, si el manejo de la pandemia es TAN desastroso?
Su protesta ha sido a través de las restricciones impuestas por ella misma en la Ciudad de México para limitar el contagio. Tal vez sean las mismas las razones por las cuales gran parte de la ciudadanía capitalina confía en ella. Y a diferencia de muchos en el gobierno federal, se ha mantenido alejada de los dimes, diretes y pretextos respecto al covid. Ese es un capital político con el que cuenta y ella lo sabe bien.
Al respecto, el día de hoy se dará a conocer en SDP Noticias las mediciones más recientes (30 de agosto) del nivel de aprobación de la gestión Sheinbaum. Adelanto que se han sostenido; de hecho se han incrementado ligeramente.
La política de la jefa de gobierno de la capital, en estos sus casi dos años, ha sido desplegada con pies de plomo; siendo parte de la Cuarta Transformación, pero sin enfrentamientos directos o sin caer en sus desparpajos. Lo principal: dejando fuera la politiquería para ofrecer las medidas necesarias para sacar adelante a la ciudadanía de la metrópoli.
No se puede hablar de un claro desmarque político de Claudia Sheinbaum de YSQ, porque no lo hay: el proyecto sigue siendo el mismo para ambas partes. Pero sí existen diferencias, y se notan; si no hay cambios de estrategia en la 4T, la necesidad de cuidar a la ciudadanía capitalina hará cada día más evidentes las diferencias al menos en el rubro de la salud y el combate al covid.
Se agradece que al menos haya alguien pensando en lo importante y no en la grilla futurista. El país no está para más politiquería.