“La verdadera locura quizá no sea otra cosa que la sabiduría misma que, cansada de descubrir las vergüenzas del mundo, ha tomado la inteligente resolución de volverse loca.”<br>

Heinrich Heine

La propuesta de Palacio Nacional para que Josefa González Blanco sea nuestra próxima embajadora en Reino Unido ha sido confirmada el día de hoy. Lo comenté el 14 de diciembre en este mismo espacio ("Ebrard gana una partida, pero no cantará victoria: Bárcena se va, ¿quién llega?").

Sí, la ex titular de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales. La misma que hizo que un avión de línea la esperara porque no llegaba a tomar el vuelo.

La que cree en aluxes, los duendes de la mitología maya y otros espíritus de la naturaleza. La misma que no puso ningún reparo con el ecocidio causado por el Tren Maya y Dos Bocas.

Como lo mencioné en su momento, con este movimiento no solo pierde la SRE, también pierde México al mandarla como representante de nuestra nación. Evidentemente no era urgente tener un embajador en Albión (nombre poético y místico de Inglaterra…) cuando dicha sede ha estado acéfala por los últimos dos años y meses. Entonces, si se requiere mandar a una persona seria, conocedora de las relaciones internacionales y que sepa las actividades que debe y puede hacer un embajador, ¿por qué esta candidatura, así y ahora?

El nombramiento aún debe ser ratificado por el Senado. Ojalá que en ese seno, los “duendes” de la Ciudad de México pidan porque su amiga no los abandone…

En la cancillería hay muchos que están altamente capacitados para dicha labor. México es reconocido mundialmente por tener un cuerpo diplomático de altísimo nivel. Así, resulta un desfiguro premiar con una de las embajadas más preciadas en la diplomacia global a una persona que no tiene conocimientos y que además hace alarde de su impuntualidad y prepotencia. Máxime en Inglaterra, la tierra de la puntualidad y del respeto al trabajo/tiempo de otros.

Será la segunda no digna representante mexicana en esas tierras; la segunda que solo nos traerá más penas y tristezas. Con la primera me refiero a la esposa de Javier Duarte, la doña “yo merezco abundancia”.

¡Menuda dupla! Pésima imagen de nuestro país en la tierra de Churchill. Una por ratera y corrupta y la otra por prepotente, ignorante y fantasiosa.

No es difícil imaginarse a la próxima embajadora diciendo que irá de visita a los bosques de Sherwood buscando duendes o ir a Irlanda prometiendo que hablará con los leprechauns. No quiero siquiera imaginar la presentación de sus cartas credenciales ante la reina de Inglaterra en el Palacio de Buckingham; seguro dirá que vio un gnomo detrás de algún cuadro.

Pero hablando en serio, ¿qué pensarán los diplomáticos de carrera de tan ominoso desfiguro? Seguramente será uno de los pocos temas donde todos en la Secretaría estarán de acuerdo: Josefa es una pésima propuesta para representar a nuestro país.

¿Qué sucede dentro de la 4T que no se cansan de premiar la ineficiencia y la fantasía? Es grave la burla que el mismo gobierno quiere hacer tanto del país como de sí mismo en el extranjero.

De verdad: ante ese nivel de mediocridad, ni los aluxes podrán salvarnos.