“La política no es asunto propio ni de filósofos ni de moralistas; la política es el arte de sacar de una situación determinada el mejor partido posible.”<br>

Maurice Barrès

Uno no sabe para quién trabaja

En el caso de Andrés Manuel López Obrador, nunca mejor dicho. Trató de utilizar la vacunación desde una óptica de la oportunidad política, pero todo parece indicar que serán distintos alcaldes y candidatos locales quienes terminarán beneficiándose de lo anterior.

Pero antes de analizar eso, siendo honestos hay que decir que nuestro presidente no es el único (ni el primer) líder de una nación que ha sacado o a intentado sacar raja política de las vacunas anti covid. El mejor ejemplo de lo anterior fue Donald Trump; el desarrollo de las vacunas se atrasó más de lo esperado y se le adelantaron las elecciones, pero la intención de este era ganar la contienda montado en el poder salvador de las vacunas. También han jugado esta carta Vladimir Putin, Xi Jinping, y el mismo Joe Biden (quien, junto con gobernadores y alcaldes, ha aprovechado como nadie las vacunas), entre muchos otros.

Saludar con sombrero ajeno

Es interesante darse una vuelta por los distintos espacios en que se están administrando las vacunas en México. Son los alcaldes —de distintas demarcaciones, territorios, ideologías y denominaciones— los que se están asomando nada conspicuamente fuera de los centros de vacunación y en torno a estos eventos —donde los siervos de la nación ya no tienen poder de control— para hacer campaña.

Aquí algunos casos a modo de ilustración: en la alcaldía Miguel Hidalgo, Víctor Romo ha hecho una fuerte campaña, particularmente los días en que se administró la vacuna Pfizer en esa demarcación. Mauricio Tabe, en cambio, ha estado mucho muy desdibujado. ¿Eso se traducirá en una victoria para Morena en esa demarcación? Ya lo veremos, pero de entrada esa posibilidad ya no queda descartada.

O un Adrián de la Garza, candidato a la gubernatura de Nuevo León por el PRI-PRD, quien seguramente se beneficiará esta semana de una vacunación masiva en esa entidad.

O el candidato independiente a San Pedro, NL donde de acuerdo a una encuesta de Grupo Reforma, Miguel Treviño amplió en 10 puntos su ventaja sobre el PAN (Mauricio Fernández).

O los candidatos de Morena en las demarcaciones Coyoacán e Iztacalco, quienes se han colgado muy bien de unas exitosas jornadas de vacunación con AstraZeneca y Sputnik V.

El peligro pasado, el voto olvidado

No me cabe la menor duda, los candidatos a las distintas alcaldías que hacen campaña en torno al proceso de vacunación que se está dando esperan verse beneficiados en los números de intención del voto. La vacunación cuenta, y los alcaldes en funciones, con licencia o candidatos que hacen campaña en torno a ella se cuelgan la medalla.

No importando si los abanderados son morenistas o de la oposición, si compiten por un primer término o van por la reelección, todos los que se dejan ver asociados a la campaña de inoculación en sus demarcaciones le apuestan a que se relaciones el éxito de vacunación a ellos y no a los siervos de la nación o al gobierno federal encabezado por López Obrador.

Ya veremos, naturalmente, si las encuestas y sobre todo los resultados electorales el 6 de junio confirman esto. Pero yo apostaría que así será. Que exista una fuerte correlación en donde la vacunación ha sido realizada con relativo éxito y cómo se han incrementado sus números quienes, buscando resultar victoriosos en esos municipios, han hecho campañas asociándose al proceso de vacunación.

Así, los resultados comiciales le darán la razón a Andrés Manuel, pero no ccmo él lo pensaba. El manejo de las vacunas con fines electorales funcionará pero a favor de los distintos candidatos locales que se hayan apropiado mediáticamente del proceso de inoculación.

Falta saber si ese efecto de apropiación se mantendrá mes y medio más; esto es, aun cuando las elecciones ocurran tiempo después de que haya acabado el proceso de inoculación en cada una de las distintas demarcaciones. Ya pronto lo sabremos.