When we give up on truth, we concede power to those with the wealth and charisma to create a spectacle in its place.<br>(Cuando renunciamos a la verdad, concedemos poder a quienes tienen la riqueza y el carisma para sustituirla por espectáculo).<br>

Timothy Snyder

No tiene paz; no sabe hallar hartura;<br>osó llamar a su maldad justicia;<br>arbitrio, al robo; a la dolencia, cura.<br>

Francisco de Quevedo

El ruido de la mañanera, donde el anfitrión de la misma se desgañitó gritando que el INE lo censuraba, se volvió la muestra de una persona que olvida hasta sus propios discursos y compromisos adquiridos.

Sí, el 28 de mayo de 2019, el presidente había clamado desde esa misma palestra que estaba de acuerdo con que no se transmitieran sus conferencias de prensa en las regiones del país en que se celebrarían elecciones. Es más, ante su dicho hubo una reportera que le preguntó de forma directa: “¿Estaría de acuerdo en que se suspendiera la transmisión a nivel nacional?” a lo que el presidente contestó: “Estoy de acuerdo que NO se transmitan las conferencias donde hay elecciones”.

Sin embargo, ahora que el tiempo y esa misma ley prohíbe que los gobiernos hagan propaganda electoral durante las campañas, tanto López Obrador como las demás plañideras disfrazadas de funcionarios públicos se lanzaron a decir que la exigencia del INE, comunicada a través de Lorenzo Córdova, es censura.

Queda claro que su estrategia es hacerse las víctimas y violentar la Constitución, pues no se olvide que en su artículo 134, párrafo 8, prohíbe de forma clara que los gobiernos realicen propaganda durante periodos electorales, como los que tendremos este año.

Algunos dirán que la mañanera no es propaganda, pero hay muchas formas de demostrar que sí lo es. Desde presumir los ¿logros? de la actual administración, pasando por el triste —y ese sí demostrado— hecho de que al menos 6 de cada 10 declaraciones dadas por López Obrador son falsas o engañosas.

Las mañaneras no son ejercicios de rendición de cuentas como claman los 4teístas; son propaganda y además engañosa.

Tan son un ejercicio de propaganda y promoción que el falso periodista —y más falso aún su parche en el ojo—, Paul Velázquez (también conocido por abusar verbalmente contra las mujeres periodistas), se lanza por Morena para buscar ser diputado plurinominal por dicho partido.

¿Es el premio por ser un adulador de la propaganda? ¿O ya entendió la plataforma publicitaria que significa la mañanera, sirviéndose de la campaña electoral que ofrece diariamente? La mañanera es un espacio publicitario demasiado largo y en exceso caro. Y el lambiscón de Velázquez lo tuvo claro.

Continuando con las mentiras, López Obrador acusó a Lorenzo Córdova de solapar fraudes. Sabe bien que eso no es cierto. Si (no un ‘sí’) hubo fraude en el 2006, no era Lorenzo quien estaba al frente del INE (en ese entonces IFE), se trataba de Luis Carlos Ugalde.

Quien logró, en cambio, que las elecciones donde resultó electo el macuspano no pudieran ser impugnadas ni cuestionadas en ningún momento fue Córdova. ¡Qué manera de AMLO de tergiversar hechos y fechas!

Los verdaderos enemigos de la libertad de expresión son quienes no pueden ni quieren contender en las elecciones de forma honesta. Quienes cobardemente lloran “censura” para no enfrentar de forma honrada una competencia que debería ser pareja. Mientras el INE pide equidad electoral, el presidente solo hace proselitismo.

El colmo del paroxismo lacrimógeno se centra en argumentar que las antes “benditas redes sociales” se han convertido en un lugar donde no se permite la libertad de expresión, cuando que lo que NO permiten es la mentira y la incitación al odio.

Queda claro por qué ‘los 4T’ criticaron tanto la suspensión de las mentiras de Donald Trump en redes. Le han aprendido de forma perfecta patalear, ser llorones, demostrar su egoísmo a grado sumo, pues solo piensan en ellos mismos. Buscan continuar manipulando el sentimiento de una parte de la población como si todas las fuerzas políticas los atacaran al margen de la ley. Y por supuesto, en el camino simulan que ellos son las víctimas cuando son los verdaderos victimarios de la libertad de expresión y de la equidad en democracia.

Andrés Manuel puede gritar censura, pero quien la ejerce, violando la ley, es él. No tiene paz; no sabe hallar hartura; osa llamar a su maldad justicia; arbitrio, al robo; a la dolencia, cura; y a la EQUIDAD, censura.