Desde hace más de 30 años he escuchado y he opinado cómo debería ser un candidato dependiendo del cargo para el que esté concursando, que si para presidente, no ?pus? debe ser guapo, hay despistados que dicen que debe ser inteligente, eso sí todos coinciden en que debe ser honesto, trabajador ?y? responsable, tal vez deberíamos de cambiar el orden de las palabras.

Cada tres años se repite lo mismo los dimes y diretes sobre candidatos, entonces sí empieza a ser importante todo aquello que mal hizo y ahora que tenemos redes sociales exhibirlo hasta el cansancio, aunque termine por ser presidente, que al parecer son más bonos en su favor que ?taches? en contra, los más románticos, escriben o escribimos las virtudes de los que nos parecen, que si tiene bonita letra, que es deportista, que si entrega roscas el día de reyes, que si saludó a doña ?chonita?, resaltamos la experiencia en su vida profesional; pero los poetas, esos sí hasta le hacen foto shops a las fotos de sus candidatos, para que se vean más bonitas (las fotos), o les toman diez mil fotos y escogen una o dos en las que sale impactante y la publican con su respectivo slogan a pie de foto, por ejemplo, ?él es la fuerza del cambio?.

Pero ya me di cuenta que esta fórmula no funciona, que cada tres años nos va como en feria y es que aunque  todos sabemos que los príncipes azules no existimos, nos la pasamos pensando cómo deben de ser y todos le entramos a la ?expertología? electoral y todos sacamos los anécdotas de los candidatos cercanos tratando de impulsar al amigo; un buen día un buen amigo me dice: ?ya la hicimos, el que quedó en obras es muy amigo mío y ya me dijo que lo que se me ofrezca?. Le digo: ?Ah, el que era tu amigo?. El caso es que en tres años no le dio audiencia, en términos políticos se dice audiencia no citas, bueno y menos obra.

Poco nos ponemos a analizar sobre la experiencia vivida, porque esta misma nos la pasamos criticando todo el tiempo, y no entramos al punto de análisis para determinar ¿con quién nos fue menos peor? Como ya criticamos lo que pasó y por ?x? o ?y? algo no nos agradó pues ya está tachado, no visualizamos que antes no podíamos hacer una crítica pública como las que hacemos, antes no se podía marchar en santa paz, ahí tenemos los ejemplos del 2 de octubre y del jueves de corpus, como ahora lo hacen los de Ayotzinapa, antes la economía estaba en declive, ahora también, siempre asumimos que lo que nos dan, son obligaciones del gobierno para nosotros, pero no valoramos qué administración lo hizo mejor, simplemente queremos señalar con el dedo, lo corrupto que ha sido cada uno, aunque  en uno sea desproporcional con respecto a otro, simplemente son corruptos.

No se trata de ver quién es el peor o quién es el más corrupto y de ahí partir de la decepción como si fuera una relación amorosa, se trata de ver con quién nos va mejor, de los que han sido quien ha dado mejores resultados, de los que no han sido, que han hecho en dónde han estado y el resultado de sus evaluaciones; dice un romántico, ?no debemos de ser cómplices de sus corruptelas, asistiendo a votar somos cómplices, dejémoslos en ridículo, exhibámoslos?, mh ¿y ya con eso solucionamos los problemas del país? Habrá algún político, por ejemplo el presidente guapo que le haya  importado ser  exhibido internacionalmente por haber aceptado como regalo una casa de 79 millones de pesos, yo no creo y si le importo lo solucionó fácil, primero mandó a su mujer a exhibirse, luego comprometió al país en la adquisición de 100 mil barriles diarios de petróleo.

Ahora sí que como dijera un viejo amigo, la solución somos todos, ¿con quién nos ha ido menos peor? Pues empieza por votar por ese partido o ¿en dónde lo han hecho mejor? Pues vota por el partido que está ahí, no saber reconocer eso, es no buscar tu bienestar, resulta que uno lo hace mejor y vas y votas por el que lo hizo peor, no, vas y votas por el que lo hizo mejor y el que lo hace peor se esforzará por hacerlo mejor,  pero está muy claro que el romanticismo y la poesía no se llevan con la polilla. Don Julio, hablemos de política. paralisispolitica@hotmail.com  @ismjcpa