Se puso de moda aprender a distancia, la tarea que nos deja Lopez-Gatell en su presentación en la tribuna del Senado mexicano es: Disonancia cognoscitiva o cognitiva, evasión de la realidad ajena a nuestros intereses... Cuando los hechos no concuerdan con las creencias la gente creerá lo que quiera creer… Él, López-Gatell, fiel a su formación nos da cátedra como cada interlocución diaria, sobre el cómo y por qué los pobres cerebros no captan...
“[…] Pido disculpas, mi naturaleza es técnica, es científica, es de salud y regreso al tema de la salud para comentar algo que en otros momentos hemos tenido presente DISONANCIA COGNOSCITIVA O COGNITIVA, en 1957 un psiquiatra estadounidense León Festinger escribió “La disonancia cognoscitiva” para decirlo de manera sintética la disonancia cognoscitiva consiste en el conflicto de ideas que se contraponen cuando somos expuestos a una realidad que no es armónica con nuestras creencias, nuestras convicciones o nuestra formación previa, […] pero ha quedado en contraste una pequeña minoría, un elemento que repetidamente se ha anclado a verdades a medias, distorsiones o francas mentiras, que lo ha ejecutado esta expresión a través de medios sociales, a través de medios de información o a través de los espacios de la República en el Gobierno en la rama legislativa, […] ”
Brillante bofetada con guante quirúrgico, desde aquel ANALFABETA FUNCIONAL que le aplicó Tatiana Clouthier a Javier Lozano, no disfrutaba una revolcada verbal con tanta elegancia…
“Las expectativas de un pueblo históricamente dolido […]” Nos narra en otro segmento de su participación, pero hablar de esa situación frente a personajes que durante la pandemia han recibido íntegras sus prestaciones es predicar en desierto…
“Tú sólo ves lo que quieres ver”, decía mi Abue, maravillosa sabiduría ancestral.
La evasión de las realidades y por ende la negación de las mismas, no es prioridad sólo de los prianistas, ahora también algunos de Morena no cantan mal las rancheras... En el prianismo, acostumbrados a torcer incluso la Constitución Mexicana a su antojo, 741 reformas a 136 artículos hasta el 2020, es hasta cierto punto entendible que la realidad frente a sus ojos no corresponde al esquema creado ex profeso... la dura realidad en algún momento debe venir a abofetearles un poco, digo…
Los humanos rápidamente nos podemos acostumbrar a cierto estilo de vida, más si se trata de riqueza , opulencia y buena comida… y aquí estamos hablando incluso el aire en nuestro entorno próximo, puede ser esa la razón por la que una vez acostumbrados ciertos privilegios, obtenidos de la forma que fuere, existe la renuencia a desprenderse de ellos o incluso respirar el mismo aire que respiran los pobres… hemos visto candidatos desinfectarse después de saludar a la turba en sus mítines de campaña…
En tiempos remotos, África, el rey llevaba una especie de respirador de plata, la finalidad era esa, no respirar el mismo aire que los súbditos…
Estos recuerdos acuden a nuestra mente precisamente al escuchar al doctor Hugo López-Gatell cuando sin pelos en la lengua pero sí con un amplio vocabulario, que dudo hayan entendido todos los senadores; les explicaba…
“[…] Una malversación sistemática, la corrupción rampante y el abuso de poder, el abuso y la negligencia y la arrogancia de quienes desde una minoría rapaz gobernaron el país en particular en los últimos 20 o 30 años […]”
Pero eso es obvio doctor, estamos tan bien acostumbrados a hacer las cosas a nuestro modo, nos indignamos si alguien osa cambiar las reglas del juego que durante casi 100 años hemos disfrutado… ¿Cómo se atreve?
Utilizar, manipular cifras y el sentir de ciertos grupos vulnerables, a ojos de muchos puede parecer lo que es, una acción ruin que desnuda por completo a quien la comete, Lilly Téllez es claro ejemplo de ello...
Poner en la palestra el tema de los muertos por covid-19 en México y culpar a un sólo hombre es de parvulario, máxime que ese hombre cada día sale a dar las recomendaciones necesarias para resguardo de la población... peor aún, la descalificación viene de una senadora "periodista" y lo entrecomillo, ya que la señora perdió toda credibilidad desde aquella entrevista sobre la cama vacía, aquel autoatentado en el año 2000, el último cambio de chaqueta partidista con cinismo y descaro...
El periodismo profesional debiera basarse en cifras y datos duros, por ende la senadora tendría que saber los datos precisos no sólo de cuántos muertos atribuidos a la pandemia, sino cuantos fueron a consecuencia de pertenecer a grupos vulnerables en Inglaterra, Alemania EE.UU hay profesionales de la salud explicando ampliamente sobre el tema en particular… y aquí es donde aplica la disonancia cognoscitiva, ¿sólo ve lo que quiere ver o lo que conviene ahora a su molino buscando escalón para su candidatura al Gobierno de Sonora? ¿Cuántas de las enfermedades, autoinmunes, crónicas, cardiovasculares, respiratorias fueron la causa principal de las cifras marcadas cómo covid-19?
¿Escuchar a las contrapartes, aquellas que difieren de la camarilla que maneja a la OMS, Dra. Marcela Quintar, Roxana Bruno, Natalia Prego, Chinda Barndolino y largo etcétera no serían también parte del ejercicio periodístico? El ansia de poder obnubila a cualquiera al grado de gritar teatral e histéricamente en la tribuna máxima del país… pero regresando al Dr. López-Gatell, nuevamente les muestra la forma elegante de transmitir y compartir información de forma clara, directa, precisa; no hace falta vociferar y con eso nos quedamos.
“Hemos destacado la importancia, desde el gobierno de México, desde el inicio, no solamente de la epidemia, sino La importancia de la unidad nacional, la importancia de la solidaridad, la importancia de la generosidad, la importancia de la honestidad, la importancia de la veracidad, estos son valores consustanciales al gobierno de México, son valores que, por supuesto y con enorme orgullo nos muestran todos los días el Presidente Andrés Manuel López Obrador; hace unos momentos algunas de ustedes respetables senadoras me increpaban diciéndome que satisfago las expectativas del señor Presidente, ¡Sí, por supuesto y con muchísimo orgullo, con mucho orgullo! Porque no son las expectativas de un hombre, expectativas de un dirigente político, son las expectativas de un pueblo que ha estado históricamente dolido, históricamente negligido, históricamente violentado en todos sus derechos […]” Dr. Hugo López-Gatell