En menos de 10 días fuerzas federales, detuvieron a Omar Treviño, el 'Z-42', líder de 'Los Zetas' y Servando Gómez alias 'la Tuta' golpes mediáticos que en poco favorecieron a un gobierno devastado en la percepción de la población.

Durante días en todos los medios de comunicación al servicio del Estado, transmitirán todos los detalles de la detención y traslado de ambos personajes, se realizaran conferencias y todo el aparato publicitario en marcha para tratar de mejorar la imagen de un gobierno al cual ya también devastó el problema de la inseguridad.

En organizaciones criminales de este nivel, siempre estará listo el ?relevo? para sustituir al líder que cae en desgracia, siempre habrá dinero para reclutar halcones y sicarios; sí revisamos la historia del narcotráfico en México encontraremos que los cárteles actuales son derivaciones de los primeras organizaciones delictivas en el país, por lo que su capacidad operativa será mermada temporalmente pero pronto, los miembros más altos de la organización formaran el suyo propio, así como quienes ocupan los niveles más elementales encontraran acomodo en otro cártel o realizaran otro tipo de actividades como la extorsión, el robo y el secuestro.

Análogamente esto es como proporcionar una ?aspirina? a un enfermo de cáncer, pues este tipo de campañas mediáticas relativas a la detención de ?grandes capos? trata de acallar la inconformidad social sobre la inseguridad, sin embargo el problema es más complejo pues como se mencionó anteriormente el crimen se vuelve a reorganizar y reinventar.

Hoy la percepción es que el maltrecho Gobierno Federal, es un copia de la gestión de Felipe Calderón, violencia y más violencia hangares y detenidos a toda hora en televisión, nada más falta que recicle la frase de la ?guerra contra el narco? hoy por cierto calificada por los ingleses como ?miserable; en síntesis en dos años cayó en la misma estrategia, tampoco logró dimensionar que cuando se habla de seguridad pública, se debe entender un enfoque integral del problema que parte de políticas públicas dirigidas a mejorar las condiciones de vida de la población.

Un programa federal orientado a preservar la seguridad pública, debe considerar a los miles de mexicanos agraviados todos los días por asaltos con lujos de violencia en el transporte público, de poca utilidad resulta a un ciudadano estas ?espectaculares acciones de inteligencia? cuando los robos a su patrimonio son el pan de cada día.

Pero nuestras autoridades federales no piensan así, su desgatada ?eximente? de carecer de competencia sólo exhibe su incompetencia de atender el problema de raíz, pues la solución a la inseguridad no es en un plazo corto y no está en duplicar el presupuesto a Comisión Nacional de Seguridad, la respuesta debe partir de programas sociales, no es abatiendo criminales como cambiará México.

Educación, becas, empleo, oportunidades de desarrollo, acceso a servicios públicos de calidad y vivienda son mejores armas que las balas, pues mientras la economía no mejore no habrá posibilidad de que un muchos jóvenes accedan a mejorar su calidad de vida y por ende será mucho más viable para ellos dedicarse a delinquir.

Dicen los abogados ?es de explorado derecho? que la política en materia de seguridad pública no cambiará en nada a la ?calderonista?, pues en las oficinas gubernamentales encargadas de la seguridad pública federal, despachan los responsables de la fallida ?cruzada? de Felipe Calderón, lo que conlleva a que en 4 años más será más de lo mismo,  pero los ciudadanos Sí pueden a corto plazo generar cambio, pues este año al renovarse parte del H. Congreso de la Unión así como autoridades estatales y municipales, existe la oportunidad de revocar el mandato a quienes prefieren las balas a los programas sociales.

Porfirio Ramírez García.

Twitter: @Porfirio_RG