Puedo asegurar, después de 30 años de haber ingresado a la Facultad de Medicina de la Máxima Casa de Estudios, la UNAM, que la gran mayoría de las personas que estudian Medicina en todo el Mundo, tienen como ideal tener una vida digna, cómoda y sin presiones económicas con su trabajo tan loable que es el del Arte de sanar, y en el mejor de los casos, de curar.

En todas las épocas de la Historia los médicos siempre han tenido un papel preponderante en la Sociedad, y, en la mayoría de ellas, los ingresos económicos de los médicos siempre habían sido importantes, basta mencionar el caso del médico Maimónides, de la Escuela del Maestro Avicena, en la época de gran plusvalía del inolvidable Siglo de Oro Español, quien atendía pacientes de la realeza obteniendo un sueldo bastante reconocido.

Los médicos desde que estudian Medicina se preparan para enfrentar a la enfermedad de una manera como ningún otro ser humano con otra profesión podría, por eso precisamente al cobro de dinero por parte de los médicos a los pacientes se le denomina “honorarios”, porque se paga el Honor de los médicos.

En México, lo ha permitido el sistema económico tan único en el Mundo, aparecieron Farmacias en todo el territorio las cuales han adecuado consultorios y contratado médicos que cobran una cantidad muy económica por sus consultas y que finalmente entran dentro del rubro de la Medicina Privada, que en muchos casos, son de relevancia para la salud de los pacientes que los visitan, claro que ésta situación ha apoyado mucho a los mexicanos que se han visto limitados en sus ingresos por el desenfreno económico y la tendencia piramidal capitalista redundante que ha dañado a todo el Mundo, más que por el neoliberalismo que existió en éste país, y sí, es de gran ayuda que existan estos consultorios, pero, finalmente, la labor de un médico para sanar, o, curar a un paciente, debe costar más de lo que cuesta una bolsa de papas fritas y un refresco, por ejemplificar el costo de los honorarios que cobran esos médicos por cada consulta.

Es difícil tratar de implementar una estrategia para corregir este sistema de consultas tan económicas que ya existe en México, pero, quizá, se podría implementar una especie de tabulador de las consultas, las que ameritan tratamientos más especializados, que costaran un poco más, sólo por dignificar la labor de esos médicos, y que los honorarios que cobran por esas consultas en particular, realmente signifiquen el Honor que tienen por el sólo hecho de haber estudiado la carrera de Medicina.