El 23 de marzo de 1994 hace 26 años, el curso de la historia cambió, el asesinato de un candidato a la presidencia en los tiempos modernos, modificó el curso de la historia, luego de que en las elecciones presidenciales anteriores ganara la presidencia Carlos Salinas de Gortari con unos resultados cuestionados por la caída del sistema, entonces el PRI necesitaba un candidato que garantizara ganar las elecciones sin cuestionamientos ante la inminente candidatura a la presidencia por segunda ocasión del Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas.

Al reserva de publicar el discurso completo, de aquel momento, vale la pena en este aniversario rescatar algunos párrafos del discurso del Licenciado Carlos Armando Biebrich Torres:

“Colosio creció y se formó en la cultura del esfuerzo, la que se forja en una prolongada tradición de pugna diaria con los magros recursos de la naturaleza”

“Allí en Magdalena de Kino, en Sonora, las costumbres son austeras, como la tierra y el paisaje.”

“También desde temprano, se desarrolló en él una facilidad para el trato humano, una sincera simpatía, una nobleza de espíritu que bien se tradujo en una sonrisa permanente.”

“… receptivo a los pensamientos de la gente, los precisaba, los maduraba y los traducía en actos”

Luis Donaldo decía: El mundo no nos fue heredado por nuestros padres, nos ha sido prestado por nuestros hijos.”

Ahora en tiempos de dádivas y limosnas gubernamentales, Colosio privilegiaba y proponía en contraposición a estas, de acuerdo al discurso de Biebrich Colosio decía: “quien tiene un empleo eleva su autoestima ante la propia familia y su comunidad; puede alimentar a los suyos; puede cuidar de la salud familiar; puede educar a sus hijos; puede divertirse sanamente… empleo es ingreso; y el ingreso es la capacidad para cumplir con la familia, con la sociedad y con México” .

Biebrich afirmó en ese memorable discurso; que “Nunca se encasilló ni puso valladares burocráticos que impidieran su relación directa con la gente” – y agregó Carlos Armando Biebrich – “Si alguna lección hay que desprender del legado de Colosio en este momento, es que renunciemos de antemano a toda forma de providencialismo, a que dejemos de confiar en que la buenaventuranza nos va a llegar de afuera y sin movernos, a que un hombre poderoso, el Presidente de la República, o alguien más, va a resolver nuestros problemas; a que dejemos de percibir que los males y los bienes provienen del exterior; a que asumamos nuestra condición de seres maduros y nos enfrentemos al espejo que nos va a reflejar el rostro y propia complexión, sin mistificaciones. Bien o mal, así somos.”

Y sin duda un párrafo memorable, de hace veinticinco años en ese primer año de la muerte de Colosio, expresado por Biebrich: “Es tiempo de que aprendamos a que, en el pluralismo debemos equilibrar el poder de discusión y votación en el Congreso de la Unión, redimensionar el ejercicio del poder ejecutivo, vigilar el desempeño del poder judicial. Propiciar que los estados adquieran atribuciones y poderes crecientes, que lo propio alcancen los municipios, pero no para erigir cacicazgos irrefrenables, sino para que los ciudadanos libres, en los que habremos de convertirnos, sirvan de crítica y contrapeso a las tendencias ancestrales hacia el autoritarismo y el abuso.”

Por último un párrafo que extravió el PRI y que habrán de recordar las nuevas generaciones priístas: “La vigencia del PRI radica en el hecho de que siga siendo fiel a sus características: dispuesto al cambio con dirección y rumbo siempre atento a encabezar las luchas y las atribuciones populares; siempre con el estandarte enhiesto del nacionalismo revolucionario, siempre en la línea de Luis Donaldo Colosio.”