El árbitro de la contienda electoral

El árbitro de la contienda electoral, apoyado en una normatividad jurídica adecuada y en la ciudadanización del proceso de organización, vigilancia, realización y cómputo electoral, ha jugado un rol determinante (aunque con altas y bajas) en la transición mexicana a la democracia electoral y al pluralismo político, a la alternancia ideológica-política del programa de gobierno desde la jefatura del Estado y la mayoría en el Congreso de la Unión, siendo finalmente ha sido factor de poder clave para evolucionar desde el régimen de partido de Estado, del centralismo autoritario, la simulación democrática y la esclerosis partidista, hacia un sistema competitivo, un nuevo sistema de partidos y una institucionalidad cada vez más propicia para el juego democrático por los cargos de poder y representación política.

Es decir, la transición mexicana a la democracia ha sido un proceso histórico sumamente complejo, dilatado en el tiempo, muy accidentado y con retrocesos estructurales muy importantes, especialmente en tiempos de elección presidencial, en donde las fuerzas del cambio concentraban sus esfuerzos en hacer avanzar en paralelo a la normatividad jurídica más adecuada para ello, el rol del árbitro electoral como institución garante de la limpieza, objetividad y veracidad del voto emitido. Después vino el mecanismo estadístico del “Programa de Conteo Rápido”. Este proceso histórico no ha estado exento de aquello que se ha querido erradicar desde su origen: el fraude electoral, la parcialidad del árbitro en la contienda, la simulación política, la anulación del voto popular, finalmente, la evasión de la soberanía popular, que son sub-procesos ilegales famosos y perversos del autoritarismo del régimen de Partido de Estado y del despotismo presidencialista en México.

Del IFE al INE

Técnicamente el IFE igual que el INE son órganos constitucionales que desarrollan la función prevista en la Ley al igual que los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, que nacen directamente de los Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (fracción V del artículo 41). El IFE inició sus operaciones el 11 de octubre de 1990 y las finalizó el 4 de abril de 2014 cuando emergió el actual Instituto Nacional Electoral (INE). Es un organismo público descentralizado y autónomo con personalidad y patrimonio propio. El Presidente del Consejo Electoral y los consejeros mismos tienen un rol de servidores públicos privilegiados, constituyen una élite en la estructura de la administración pública federal al ser quienes integran y dirigen este órgano superior rector de la organización, realización, supervisión, fiscalización del uso de recursos y cómputo de los procesos electorales.

Por su parte, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación es un órgano especializado parte integrante del Poder Judicial de la Federación, encargado de resolver controversias en materia electoral y proteger los derechos político-electorales de los ciudadanos, y está conformado por una Sala Superior, integrada por siete magistrados electorales; cinco salas regionales, integradas por tres magistrados; y una Sala Especializada, con tres integrantes también. Su actual presidente es el magistrado Las funciones de administración, vigilancia y disciplina del Tribunal corresponden a su Comisión de Administración. Está conformado por una Sala Superior, integrada por siete magistrados electorales; cinco salas regionales, integradas por tres magistrados; y una Sala Especializada, con tres integrantes también. Su actual presidente es el magistrado Felipe Alfredo Fuentes Barrera. Las funciones de administración, vigilancia y disciplina del Tribunal corresponden a su Comisión de Administración. Esto es lo fundamental.

Ahora bien, son pocos los estudios pormenorizados sobre el rol más amplio de un árbitro electoral, no solo en el ámbito de los procesos electivos específicos, sino dentro del régimen político de un país, en el conjunto del sistema jurídico y en el aspecto doctrinario de lo correspondiente a la función arbitral, a las interrelaciones entre las instituciones políticas. Por lo tanto, es una función pública analizada en términos generales, pero poco valorada en una perspectiva más amplia, especialmente en lo doctrinario y en los impactos de su actuación en el régimen político cuando las principales fuerzas sociales organizadas han optado por la disputa pacífica y electoral de los poderes del Estado.

La dupla Córdova-Murayama

A nadie engaña la dupla perversa de Córdova y Murayama con las sanciones extremas a los candidatos de Morena porque no presentaron sus declaraciones de cero gastos de precampaña. Rotundamente absurdo, es como si por no presentar tu declaración fiscal en ceros te condenan a cadena perpetua. El castigo siempre debe ser proporcional al tamaño e implicaciones de la falta cometida. Es hasta un principio criminológico. Cuando el PRI y el PAN se embolsaron ilegalmente cientos de millones de pesos para sus campañas presidenciales, el IFE encabezado por José Woldemberg les impuso una sanción de pagar el doble de lo que se embolsaron ilegalmente. Y en el caso del PRI el dineral desviado había salido de las finanzas públicas, concretamente de PEMEX; el PAN incorporó recursos del extranjero a su campaña en muchos millones. No, pero es más grave no avisar que no gastaste en precampaña ni un solo peso. Y si hablaste con alguien y te grabaron, estas promoviendo el voto en tu favor, por lo tanto, mientes. Una patraña grotesca.

Han degenerado y envilecido la función del árbitro electoral al pasar a ser contendientes del polo restaurador, de la reacción al proceso transformador, con el que se puede discrepar o rechazar y combatir, pero no usar y envilecer una institución pública abandonando con disfraz y mediante una emboscada electoral, sus funciones constitucionales y deberes éticos con la sociedad y el Estado, ello es ruin y condenable. En esta patraña sucia Córdova y Murayama “echaron su resto”, y lo van a perder. Ya se oye por San Lázaro el ruido de la guillotina. Están en todo su derecho como órgano legislativo federal. Entre más tiempo dure esta tensión inusitada más daño se hará al proceso electoral próximo y a la república en su cambio de representantes.

En el mes de agosto del 2007 los diputados acordaron remover a todos los consejeros del IFE (consejeros electorales), además de ampliar las facultades de fiscalización, así como nuevas atribuciones en materia de radio y televisión, respecto a la propaganda electoral. Fue una míni-reforma a la institución arbitral para ampliar sus facultades y mejor proveer –como se dice-.

Este antecedente, flota en el ambiente político legislativo y todo indica que se observa como una alternativa ante los despropósitos concretados por la dupla Córdova-Murayama y sus aliados de juguete al seno del INE. Ambos están poniendo en juego una visión ideológica y político-cultural propia, sobre el momento y la proyección histórica que tiene en nuestro país la política nacional. Refiriéndose al perfil de un consejero electoral un especialista comenta tajantemente:

“La forma como se aproxima interpreta y decide las cuestiones que se someten a su aprobación se encuentra profundamente condicionada por un conjunto de elementos que ponen a prueba la objetividad como principio rector de la función electoral (…) No puede negarse (…) que su actuación adquiere diversos matices de conformidad con la ideología que presenta y le representa. (…) El consejero no puede dejar de resentir la influencia de su patrimonio de valores, principios, ideales, ambiciones y caprichos, en la forma de concebir la realidad. Entre esos condicionantes, solo por citar algunos, se encuentran pasajes personales de la vida, contextos familiares, educativos, culturales, sociales, religiosos, económicos, y por supuesto, políticos”

(Consejeros Electorales, la Revocación del Nombramiento.., Seminario Judicial de la Federación y su Gaceta. Novena Época, T. XI, marzo 2000, p. 124, Biblioteca Jurídica UNAM,).

En realidad, hay poco de “nuevo bajo el sol”. Todo lo que se está moviendo contra la 4T y el Presidente AMLO, es a partir de los mismos adversarios acérrimos de hace 30 años: Roberto Madrazo, Felipe Calderón, Vicente Fox, Carlos Salinas, las cúpulas empresariales, los canales de televisión, de radio, los líderes de empresa, todo lo están moviendo ellos, con dinero, con coberturas mediáticas, con relaciones corporativas, etc., lo nuevo son los peones amaestrados que hoy aparecen al frente de todo tipo de maniobras: Loret de Mole, “el payaso tenebroso”, sus aliados en el INE y toda la caterva de infames “amlofóbicos” que no saben competir leal y legalmente, que se oponen “a la mala”, mediante grandes operaciones de guerra sucia, guerra desinformativa, de múltiples fake news, y que saben que para las próximas elecciones están perdidos. Eso los enloquece. Así que se queden.