Bueno, señor gobernador, no me queda más que decirle de una vez adiós.

 Desgraciadamente no le puedo agregar el "que le vaya bien", porque sale sobrando, todo mundo sabe que le fue muuuy bien en estos seis años de "gobernar" Sonora como "panista"... que no como desearían los panistas. Lo reprobable es que mientras usted y los suyos amasaron grandes fortunas, Sonora acumuló grandes miserias... Vaya, deja el estado en calidad de indigente, ni más ni menos.

Tampoco lo voy a extrañar, para qué mentirle, aunque seguramente vendrá a mi memoria infinidad de veces.

Sí, vendrá cada vez que yo sepa de un negocio que cierre sus puertas debido a la profunda crisis en que deja el estado al partir; vendrá cada vez que vea los monumentos a la corrupción e impunidad de su gobierno esparcidos a lo largo y ancho del estado; lo veré en cada rostro de desesperación de los jóvenes que egresan de las universidades sin oportunidad de ejercer o emplearse;

 es claro que lo recordaré cuando me tope con las graficas de su presa; de sus ranchos y sus cientos de cuacos cuarto de milla y pura sangre; reviviré la imagen de sus miles de árboles de nogal hermosamente erguidos, mientras deja centenares de alumnos lastimosamente sentados en el piso de las escuelas por falta de mesabancos; también cuando recuerde su playa privada en San Carlos, sus escuelas de equitación, sus viñedos cerca de Cananea, los dispendios electorales; las casas, que digo casas... ¡mansiones! de sus debilidades, esas querencias que tanto daño hicieron al estado; su rostro aparecerá al recordar su risa y oídos sordos que no escucharon a quienes a gritos le recordaban para qué llegaron ustedes al gobierno; los abusos para con la prensa critica y la exce$iva benevolencia para los medios incondicionales; me acordaré de usted con cada exigencia de justicia de los padres ABC, cada que vea el árbol frente a la Casa de Gobierno, a cuya sombra se apostaron los Ríos-Fimbres por más de 1000 días sin que usted les dirigiera siquiera el saludo de buenos días; lo recordaré por sus troles pagados por el pueblo para golpear al pueblo a través de las redes sociales, y ni se diga por el abuso de poder en los casos Gisela Peraza, Mario Luna, Fernando Jiménez... Porque la China y Castro Luque se cuecen aparte... Y por sus célebres respuestas a los cuestionamientos de la prensa: "No sé de qué me hablas", "No estoy enterado" "lo desconozco". Sí, ciertamente no lo extrañaré, señor gobernador... pero si prometo recordarte seguido, Memo... sobre todo por lo que pudo ser y no fue. Qué lastima... qué pena. 

Por eso mi adiós sin más... a secas.

vía Oscar Castro de www.DossierPolitico.com