Será en el mes de mayo, el sábado dos de Mayo, cuando Manuel Velasco Coello deje su soltería. Mucho se ha cuestionado la boda del gobernador de Chiapas y la Reyna del Pop, Anahí: Que si están remodelando la catedral principal de Tuxtla Gutiérrez para su boda, que si gastarán sumas millonarias en su vestido de bodas, que si la luna de miel. ¡Bueno! Creo que están más preocupados que la propia novia en la organización de la fiesta.
Si bien es cierto que Chiapas es uno de los estados con mayor marginación, su composición geográfica y cultural lo convierte en todo un reto para gobernar. Pero el tema no es ese.
Sin el afán de defender la ?boda del año? ?para los chiapanecos-, puntualmente Velasco aclaró esa nota difundida por el periódico Reforma, en primera, que la Catedral de San Marcos no es remodelada por Gobierno del Estado; claro, bien puede deberse a que el próximo sábado 25 de abril inician las festividades del Patrono de ese Templo.
La segunda falacia, que los invitados serán 250 personas entre miembros de la farándula, política y empresarios. Según información de fuentes cercanas al mandatario, los lista de asistentes en caso de haber recepción será muy reducida, pues sólo están familiares y amigos cercanos a la pareja, entre los cuales evidentemente se encuentran políticos de talla nacional, empresarios y miembros de la farándula, lo cual no debe causar asombro ni espanto.
Tercera falacia, que no habrá ni fiesta ni luna de miel. Por supuesto, los compromisos y servir a Chiapas demandan tiempo completo, si el gobernador del Estado decidiera ausentarse sin duda lo hará bajo esquemas permisibles del marco legal estatal. Al tiempo.
Entre líneas.
Finalmente será la Procuraduría General de Justicia del Estado quien determine la probable responsabilidad penal del conductor de un vehículo rojo, que se encuentra detenido por embestir a un sujeto en Eje Vial 2 de la Ciudad de San Cristóbal de Las Casas, cuando se realizaban unos arrancones.
De igual forma, será esta instancia quien determine si existe un delito por omisión por parte de las autoridades responsables de salvaguardar la integridad de la ciudadanía al no proporcionar presuntamente los señalamientos y cuerpos de seguridad necesarios al autorizar la realización de un evento de entretenimiento, en este caso que nos ocupa el denominado ?Arrancones?.
Para quienes desconocen y creen que cualquiera puede organizar un evento -del tipo que sea- y no pasa nada, pues déjeme decirle que tienen poco desconocimiento de los ordenamientos municipales que rigen singularmente cada uno de los municipios de Chiapas. Desde un Reglamento Interior y Ley Orgánica Municipal, como ocurre en el caso del H. Ayuntamiento de San Cristóbal de Las Casas, en las que faculta a la Dirección de Protección Ciudadana como la responsable de organizar, mantener y vigilar los cuerpos de vialidad municipal.
Además según el Reglamento de Tránsito y Vialidad Municipal de San Cristóbal de Las Casas, son atribuciones del H. Ayuntamiento en materia de Tránsito y Vialidad regular todo lo referente a la circulación de las personas, la conducción y el tránsito de vehículos, dentro de la circunscripción territorial del municipio; un evento promocionado por su organizador, el joven Erik Hernández Suárez debió contar con el permiso de la autoridad correspondiente.
Para ser más precisos, desde hace varios años los famosos ?Arrancones? son organizados por jóvenes coletos en el marco de las festividades de la Feria de la Primavera y la Paz; el cual regularmente se realiza en la pista del Aeropuerto Corazón de María, por razones extrañas, este año el Ayuntamiento les autorizó que se realizará en el Eje Vial 2, y a donde a decir de los asistentes, no les proporcionaron las medidas de seguridad debidas.
Finalmente, para puntualizar, el Partido Mover a Chiapas, a través de su dirigente estatal, Enoc Hernández Cruz, aclaró que es organizador de este evento, como malévolamente ha querido ser involucrado; tan así es que no asistió ni él ni persona alguna en su representación pues tuvieron una gira exhaustiva por el municipio de Pichucalco.
Nos leemos en la próxima.