Andrés Manuel habló de las elecciones del 2021. No le preocupa ni le quitó el sueño. Sabe perfectamente que, los porcentajes, respaldan la enorme expresión que se formó en todo el territorio desde el histórico 2018 cuando arrasó en toda la geografía Nacional. Esa aplanadora, la esbozó hace unos días el Tabasqueño. 

Mientras AMLO gana terreno, incluso, en las encuestadoras de la derecha, la oposición se desmorona. Más del 71% aprueba la gestión del mandatario federal a pesar de todos los ataques que recibe de Bloque Amplio Opositor. 

A raíz de que, su legitimidad sigue intacta, el contrapeso se organizó. Ayer lo hizo en Tlaxcala donde unieron sus estructuras para tratar de frenar a Morena; pese a que llegan desgastado, la función de bloque será insuficiente para doblegar al partido guinda que posee un alto porcentaje en las encuestas, muy por encima de todos. 

El BOA no ha tenido la capacidad de credibilidad y confianza.

De hecho, hace unos días se publicó una encuesta del diario El Universal. En ese sentido, no hay ninguna novedad: Morena aventajó en las proyecciones a una oposición fracturada y dividida con un trecho monumental. Ese comportamiento, en realidad, es similar en todos los ejercicios que han anticipado el inexorable paso de Movimiento Regeneración Nacional en el proceso democrático del 2021. Ganará la mayoría de entidades.

A pesar de que la oposición no pierde el ánimo y el anhelo de retener algunos territorios donde actualmente gobiernan, su derrota es inminente. En el caso anterior, el futuro quizá sea el menos alentador a partir de hace muchos años. Nunca, desde que tengo noción—había visto a un bloque de partidos del contrapeso tan desesperados y desinflados. Los motivos— además de distanciarse de sus compromisos que mantienen en cada una de las entidades, es que no tienen referentes de peso. Su pobreza en la narrativa y sus pocas aportaciones en los temas trascendentales de la agenda nacional, los sumergió en el oscuro rincón del fracaso.

Esa inestabilidad y decadencia del contrapeso canalizará más seguidores y simpatizantes a Morena; recuerden que pasó en 2018 y no aprendieron de los errores.

Explícitamente además de ser el partido más prometedor electoralmente hablando, Morena está superando una etapa crítica en la consolidación de su expresión y movimiento social. Mario Delgado ha dado forma y organización al partido guinda; en medio de esas disputas internas que había, el presidente Nacional de Morena trabaja en la operación para cicatrizar añejas fracturas y sanar heridas que produjeron las turbulencias de dos años de inestabilidad entre dirigencias y direcciones provisionales.

Además, hay que destacar que, por fin, el presidente Obrador rompió los tapujos y habló del proceso electoral que viviremos los mexicanos. Fue directo: “va a ganar el movimiento liberal”. Tiene razón, de hecho, siempre es atinado y posee una lectura clara— porque durante décadas recorrió las brechas, los caminos y los rincones de la mayúscula geografía mexicana. Conoce y reconoce el sentir de la población y su anhelo por recomponer el flagelo que sembró la derecha neoliberal. Eso ha sido motivo suficiente para que Andrés Manuel muestre sus proyecciones.

Asimismo, dejó entrever que no dejará margen ni cederá ni un centímetro a la oposición. Vigilará las viejas prácticas antisociales, pero sobretodo, respetará la democracia de las mayorías. Siempre lo ha hecho a pesar de los múltiples capítulos fraudulentos que padeció durante su consolidación como figura pública.

2021

Es claro que en la política las formas y las coincidencias importan mucho. Obviamente, el jefe del ejecutivo federal, López Obrador ha mandado un mensaje al pueblo de México para refrendar su respaldo al proyecto de la 4T. De igual manera, al presidente de Morena, Mario Delgado que es un perfil muy cercano al mandatario. Tiene toda su confianza en la toma de decisiones sobre el tema del partido. 

Desde luego, a juicio mismo de las proyecciones que han anticipado un tsunami semejante al del 2018, Morena vivirá una fase en la que la sociedad se volcará de nuevo para estrechar su respaldo al presidente López Obrador: máximo referente del Movimiento Regeneración Nacional.

Finalmente a aquellos que se empeñan en formas en construir internos dentro de Morena, Mario Delgado ha sido preciso en los mecanismos que definirán las candidaturas el 2021. Esa manifestación, por supuesto que incomodó a varios, no obstante, no tiene de otra más que disciplinarse a las normas estatutarias de Morena, esto no es el PRD.

Esto ocurrió en un momento clave de definiciones en los estados donde habrá transición del ejecutivo; ahí, el propio presidente Delgado, ha impulsado un acuerdo previo de civilidad para respetar y cuidar la armonía frente al abuso de la guerra sucia que, durante este fase, muchos la utilizaron como instrumento para dividir.

Eso es un gran avance. Demostrará a aquellos que están de lado de la congruencia política y de la cuarta transformación. Asimismo, quienes caminan con la visión Lopezobradorista.

Morena ganará cerca de 14 entidades de 15 en disputa, asimismo, conquistará la mayoría en San Lázaro según la inclinación que midió el pulso de la generalidad de mexicanos.