Los posibles cambios con que pudiera tener el TLCAN podrían afectar la fabricación de muchos componentes que se fabrican en la fronteriza ciudad de Tijuana, incluyendo los dispositivos médicos.

Estados Unidos importa cerca del 30% de todos sus dispositivos y suministros médicos. Cualquier cambio en los aranceles de importación afectaría directamente a la industria médica y por consecuencia también afectaría la atención médica en todo el país.

La FDA

La industria medica estadounidense, sobre todo en la parte de suministros y dispositivos, no es la más ágil para hacer cambios. Cualquier procedimiento o proceso productivo tiene que pasar por la aprobación de la FDA (Food and Drug Administration). Las aprobaciones de la FDA pueden tomar meses por lo que todos los cambios son estudiados de manera precisa para no afectar el suministro de dispositivos para la industria.

Tijuana

México es el principal proveedor de dispositivos médicos y suministros para Estados Unidos por arriba de Irlanda, Alemania y China. Tijuana es la capital de las empresas de dispositivos médicos donde el 70% de estas empresas son de propiedad estadounidense. Estas fábricas han hecho que esta ciudad haya cambiado de ser una zona árida y peligrosa a un lugar de fábricas sofisticadas. Estas fábricas han cambiado la economía de la ciudad y aunque los empleados de las fábricas mexicanas no ganen tanto como sus contrapartes americanas – 14 dólares por hora vs 25 dólares por hora de los americanos- con ese sueldo pueden sostener un muy buen nivel de vida. El acuerdo con las fábricas en Tijuana es permanecer con contratos a largo plazo asegurando el sello de aprobado de la FDA, además de tener un costo de fabricación bastante competitivo.

Los aranceles

El cambio en la estructura de impuestos a las importaciones de productos mexicanos a Estados Unidos podría hacer que los productos elevaran sus precios. Esto afectaría directamente a los costos de los hospitales americanos pagando un precio mayor por estos suministros o algo más complejo, se podría caer en desabasto de estas partes. Programas como Medicare o Medicaid no podrían solventar grandes aumentos pues estos programas trabajan con base en una tarifa fija. Los seguros y los hospitales privados pasarían directamente los aumentos a los clientes finales, también afectando la economía de esas familias.

Cualquier cambio brusco en la parte de aranceles en ambas partes afectaría fuertemente a esta vital industria. Esperemos que la renegociación del TLCAN tome en cuenta estos detalles para que los puentes comerciales que se han desarrollado desde que se empezó con el tratado no se destruyan por un simple capricho.