2% de delitos sexuales alcanzan sentencia

El presidente no entiende que no entiende. No entiende la rabia flotante en el ambiente por los niveles de violencia contra las mujeres y menos entiende que en el México impune, tan sólo 2% de delitos sexuales alcanzan sentencia. No entiende que la rabia es colectiva porque los que nos violaban, ahora son los que nos quieren gobernar. El error que comete al ningunear a las víctimas de violencia sexual y a las activistas que han exigido justicia pone en jaque todo su proyecto: no habrá transformación si la impunidad continúa coronándose como la reina del México bizarro al que hoy encabeza.

Se le olvidó que votaron 54 millones de los cuales, la mitad fueron mujeres hartas del machismo con el que la derecha gobernó, esperanzadas de que la izquierda cumpliría con el pago de las deudas históricas. Se le olvidó que en el ensangrentado Guerrero, los gobernadores han sido dueños de la justicia que no llega para quienes no quieren que llegue.

No es la duda que tiene AMLO, es la certeza que el ex fiscal, Xavier Olea, ha declarado respecto de la presión política para desechar las denuncias por violación contra Félix Salgado Macedonio. Es el pacto ente el rancio priismo de Astudillo con el rancio triunfalismo de un partido que ya olvidó el movimiento que fue y que hoy alimenta a los viejos agresores haciéndolos gobernadores.

EL ABSURDO

Según AMLO, Basilia Castañeda quien por cierto también milita en Morena, hace más de 20 años se le “ocurrió” presentar una denuncia por violación para golpear mediáticamente a un partido que ni existía en temporada electoral. 

Según AMLO, las otras 4 víctimas que se han acumulado durante los últimos 10 años también quieren golpear a su partido. 

Según AMLO, todas mentimos. 

Según AMLO, hay buenas y malas victimas: 

Si eres de las buenas, tendrás una mesa con Encinas y habrá perdón histórico y memoria como a los 43 de Ayotzinapa: pero si eres de las “malas víctimas” como las miles asesinadas, las miles violadas, las miles golpeadas, las miles acosadas, las miles desaparecidas… no hay nada mas que un “Ya chole”.

El feminismo no tiene sentido sin poner en primer lugar a las víctimas y la Cuarta Transformación no es de izquierda si no es feminista. Ninguna feminista podría continuarse llamando obradorista después del espaldarazo, de la ignominia, de la insensibilidad, de la tremenda traición que hoy Andrés Manuel López Obrador hace a las mujeres. Debe tener una deuda alta, un pacto profundo o de plano, falta de sentido común y congruencia para atreverse a defender a un innombrable como Félix Salgado Macedonio, a un violentador sistemático de la ley y de las mujeres.

HORA DE ROMPER

Si el presidente no quiere romper con el violador, es hora de que las mujeres rompamos con el presidente pues si un violador puede ser gobernador, cualquier hombre podrá violar sin el mínimo miedo, sin la mínima consecuencia. El presidente reitera que el miedo es solo para las mujeres y es ridículo pretender llamarle “feminista” a un gobierno que no le cree ni escucha a las víctimas. Es hora de romperlo todo. De romper el sistema. De romper un falso partido feminista. De romper el pacto que no quieren romper.

La indiferencia es complicidad. Vaya que debe ser muy profunda el hambre de poder que tienen las mujeres dentro de su equipo pues la transformación es machista, la transformación es egoísta, la transformación no es transformación. 

El opresor se cambio de color y sigue violando, oprimiendo, callando, ignorando. 

El opresor ahora vive en un palacio y ordena a diestra y siniestra oprimir. El opresor alimenta el pacto de impunidad y se burla de la fuerza social. El opresor dice que era de izquierda pero le da favores políticos a los que protegió la derecha.

Señor presidente, le tengo una noticia: las feministas somos pueblo.