Nunca en la historia de Guerrero se hubiera imaginado que la llamada izquierda estuviera controlada abiertamente por la familia de caciques que más persiguió, reprimió y eliminó a luchadores y movimientos sociales, en particular de las guerrillas de Lucio Cabañas y Genaro Vázquez Rojas. Jamás de los jamases, un pueblo de lucha, resistencia y grandes batallas como el guerrerense pudo haberse siquiera imaginado, en la peor de sus pesadillas, haberle cedido un milímetro de coincidencia a quienes tienen una historia de sangre, represión, corrupción e impunidad. Pero hoy por hoy, es cada vez más claro que quien tiene el control del PRD es uno de los Rubén Figueroa, en alianza con la peor facción perredista de la entidad, encabezada por el edil Evodio Velázquez y la secretaria general y ex candidata derrotada Beatriz Mojica Morga, ex titular de Sedesol con el inefable Ángel Aguirre Rivero.

Ocurrió en la pasada campaña a gobernador y de presidentes municipales, en que ante la negativa del PRI de darle candidatura a alcalde al cachorro Rubén Figuero Smutny, éste y su papá, el hijo del “Tigre” Figueroa, se volcó en apoyo total al PRD y sus candidatos. En Acapulco, todo el apoyo para Evodio Velázquez, quien en pago a los favores, insertó a varios figueroístas en su gabinete: el director de turismo municipal, es el ex secretario de turismo de Rubén Figueroa Alcocer, Alejandro González Molina; el director del DIF, Heriberto Noriega Cantú, ex candidato a modo a la gubernatura y compadre de Figueroa; el secretario de Desarrollo Económico, ex diputado panista y coordinador de esa bancada cuando la matanza de Aguas Blancas, pero que defendió a capa y espada a Figueroa Alcocer de aquella matanza; y Aminadath Ramírez Villaseñor, encargado de obra pública, ex funcionario de la AGE, entre otros funcionarios municipales destacados. 

 

Lo anterior viene a cuento porque el PRD de Guerrero lanzó una ofensiva de defensa de sus muertos, orquestada primero por Figueroa Smutny y secundada por toda la camarilla de perredistas que están pagando el costo de haber negociado con el crimen organizado.  El 20 de abril, desde su Twitter: Rubén Figueroa Smutny, el tercero en la dinastía caciquil más antigua de Guerrero: “ Asesinan a Demetrio Saldivar en Guerrero y el Gobernador Astudillo de Vacaciones en Miami Florida. Orden y Paz Para CUANDO?????”, acusó sin fundamento el sobrino también del extinto Joan Sebastian.

Un día después, su compadre Beatriz Mojica Morga, secretaria General del PRD, quien desde inicios de este año se lame las uñas para hacerse de la dirigencia nacional esperando la caída de Alejandra Barrales luego del escándalo del departamento en Miami, escribió muy acuciosa en su cuenta de Twitter: “Exigimos justicia para nuestro compañero Demetrio Saldivar y las 4000 víctimas de la fallida estrategia de seguridad en Guerrero”.

 

La nota de Jesús Guerrero en REFORMA dice mucho de fondo:

“Con el féretro donde viajaban los restos de Demetrio Saldívar Gómez, Secretario General del comité estatal del PRD en Guerrero, dirigentes y militantes de este partido marcharon y gritaron consignas de justicia”.

Comento: ¿Era un mártir o un daño colateral Demetrio Saldivar como lo quisieron hacer con Armando Chavarría, ejecutado también en Chilpancingo en 2008? ¿Con el caso de Ambrocio Soto Duarte , alcalde de Pungarabato, ocurrido el año pasado, o con Roger Arellano Sotelo, ex alcalde de Acapetlahuaya, ocurrido este mismo año? Uf, cuántos mártires tiene el PRD Guerrero desde que abandonaron los ideales y se ofrecieron como franquicia de intereses oscuros.

Sigue la nota del reportero de REFORMA:  “En el contingente participó la Secretaria General del CEN del PRD, Beatriz Mojica Morga y el líder del partido en Guerrero, Celestino Cesáreo Guzmán, así como diversos Alcaldes entre ellos el de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre”.

Comento:  Grandiosa síntesis de la podredumbre del PRD estatal y nacional; nada más y nada menos que tres de los corresponsables de la peor crisis de este partido en toda su historia. Cada uno con su historia y con el cinismo de exigir justicia cuando hay bastantes datos para que al menos al alcalde de Acapulco se le busque un juicio para investigarlo por hacer de su municipio el segundo más violento de América Latina. A esta foto de los Chuchos de Guerrero, nada más faltaron los inefables “zorrillo” Sebastián de la Rosa Peláez, el poder detrás del trono en el puerto, y el senador “guerrerense por Michoacán”, David Jiménez Rumbo, para que la trinca infernal quedara completa.

¿Acaso Alejandra Barrales desconoce toda esta historia como no haber podido proceder en consecuencia?

¿Acaso nadie de lo muy poco digno que queda del PRD nacional es capaz de alzar la voz y sacudirse toda esta lacra que hundió a este partido al grado de la extinción total?

alexiabarriossendero@gmail.com