A ocho días de terminar el período de precampañas e iniciar con un lapso de intercampañas, para que a partir del 30 de marzo y hasta el 27 de junio sean las campañas políticas definitivas, el escenario es complejo. Hasta cierto punto preocupante.

Hoy según las encuestas y el resumen de las encuestas, Andrés Manuel López Obrador  se mantiene en primer lugar a buena distancia del segundo sitio que ocupa Ricardo Anaya, quien es el único candidato que sube poco pero significativamente, constante; mientras en tercer sitio el único que pierde más de un punto –en promedio- es José Antonio Meade, o sea en picada. Y esto es lo preocupante. La tensión y nerviosismo que esta situación crea en el Gobierno Federal y en el Partido Revolucionario Institucional hace que se produzcan varios efectos; primero se desorganiza el interior del equipo de campaña de Meade y surgen rivalidades, fuego amigo, traiciones y bandazos.

En otro efecto están  las decisiones del Presidente Enrique Peña Nieto que son cada día más erráticas frente a problemas inmediatos  como lo es con  la marcha del Gobernador Javier Corral y la selectiva lucha contra la corrupción por la vía de la detención de figuras políticas importantes en forma selectiva y/o la conjunción de medidas o procesos deficientes para enjuiciar y dar sentencia definitiva con apego a la ley a ex gobernadores presos para que estos  recuperen su libertad sin haber resarcido lo robado, o también proteger a otros exgobernadores y altos funcionarios.

Todo lo anterior forma un coctel peligrosamente explosivo. 

Por si fuera poco, las campañas de denostación a López Obrador que si es apoyado por Venezuela o Rusia empiezan a cobrarle una factura peligrosa a sus autores, la visita del Secretario de Estado de Estados Unidos  Rex W. Tillerson y su declaración pública, cito; “Sabemos que Rusia tiene tentáculos en diferentes elecciones en el mundo. Lo hemos escuchado de colegas europeos y mi asesoría es que presten atención a lo que está sucediendo”, esto en el marco de una visita para puntualizar las formas y fondo de la defensa de la “democracia” en Venezuela.

Aunque algunos senadores hayan tomado la declaración de Tillerson como una “vacilada” o “humor negro”  las cosas no son así, el tema es bastante serio si como sabemos también el canciller Luis Videgaray confirmara que se está analizando el planteamiento, la propuesta de incluir agentes policiales en los vuelos transfronterizos  para garantizar la seguridad de los pasajeros (agentes norteamericanos armados)

Algunos de los senadores que desdeñaron la declaración de Rex Tillerson, lejos de actuar con patriotismo, son Patricio Martínez García (PRI), Ernesto Ruffo Appel (PAN), Luis Humberto Fernández Fuentes (PT). ¿Por  qué no hubo una respuesta-posición categórica de nuestros honorables senadores?

Creo que porque si la actitud del Canciller, del Presidente y de algunos precandidatos es tímida y entreguista pues tienen que seguir la misma línea vergonzosa.

El ambiente se enrarece, quizá los preocupados no solo sean PRI, Gobierno, sino también nuestros vecinos del norte.