Ni modo de que ahora vayan a desmentir a los muy acreditados INEGI o a la ENOE (Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo), aunque, quién sabe, porque eso de corregirles las planas a colaboradores e instituciones ya se volvió una costumbre en las conferencias mañaneras y sus secuelas.
Les platico: En su más reciente reporte de abril 30, el INEGI da cuenta de que el desempleo de la población económicamente activa llegó al 3.6%, el índice más alto de los últimos cuatro meses.
Por su parte la ENOE informó que la tasa de desocupación específicamente en Chiapas -y en seguida verán por qué me enfoco en ese Estado- aumenta mes a mes en lo que va del 2019.
En enero pasado, esa entidad registró uno de los porcentajes más alto del País, al ubicarse en 3.5%, un uno por ciento mayor al del mismo mes del 2018.
Chiapas registra hoy un déficit del 75% respecto a los puestos de trabajo que se presupuestaron hace un año y en esto ha influido notoriamente la gran cantidad de despidos de burócratas a partir del 16 de diciembre del año pasado.
No solo no está fluyendo la inversión privada hacia el suelo chiapaneco, sino que según datos de organismos empresariales locales, de enero a la fecha ha disminuido.
La inversión pública -ya se sabe- está totalmente frenada ahí y en buena parte del País debido a las draconianas medidas de austeridad impuestas por el gobierno republicano de la 4aT.
Platicando con amigos de Tapachula pude saber que en esa ciudad y principalmente en poblaciones rurales, existe un descontento generalizado por los anuncios oficiales del gobierno federal, respecto al apoyo que México dará a El Salvador con el fin de promover empleos en ese país y tratar de frenar la migración hacia el norte.
El canciller Marcelo Ebrard anunció días antes del encuentro de los presidentes de ambos países en la frontera de México con Guatemala, que nuestro País destinará 100 millones de dólares a apoyar a los hermanos salvadoreños.
La primera partida ya fue acordada mediante el documento firmado por López Obrador y Nayib Bukele y será destinada al programa “Sembrando Vida”, que se espera impulse el cuidado del medio ambiente.
En una especie de vivero que será construido en un lugar aún no especificado en las inmediaciones de San Salvador, se planea sembrar maíz, café, cacao y producir árboles maderables como cedro y caoba. Con ello se busca generar empleos para la población de ese país.
Hasta aquí todo muy bien porque la solidaridad mexicana es reconocida mundialmente. Sin embargo, en entrevistas que tuve con empresarios pequeños y medianos de Chiapas, pude observar que el descontento tiene qué ver con el hecho de que uno puede ayudar al necesitado, pero siempre y cuando voltee a ver a sus más cercanos.
Miguel Angel Payán, dueño de una panadería que da empleo a 26 personas en el poblado de San Bartolo, mencionó que tiene dos años tratando de obtener un crédito ante bancos e instituciones de gobierno, porque desea ampliar su producción.
“Existe demanda pero no tengo capital para crecer mi negocio. Con un millón de pesos podría duplicar la mano de obra que ocupo, pero nadie me tira un lazo”, comentó.
Elisa María Gutiérrez, del poblado Guanal, tiene dos tortillerías en les da trabajo a 7 personas. “Bueno, eso fue hasta principios de junio porque ahora, he tenido qué despedir a dos pues la gente de este lugar está migrando hacia Tapachula en busca de trabajo y la demanda del producto ha disminuido”.
Arturo González, arquitecto de profesión y de 35 años de edad, ha presentado 47 solicitudes en busca de empleo desde hace un mes y en ninguna empresa ha encontrado cabida.
Situación similar es la de Fernando Olvera, ingeniero civil, quien fue despedido por el departamento de obras públicas del gobierno del Estado debido a que este año se pararon los trabajos. Anda buscando chamba de lo que sea pero no lo ha logrado.
Enrique Manuel Solís, recién egresado de la carrera de mercadotecnia, me comentó que en Chiapas hay más de 3,000 recién titulados desde el año pasado que están buscando trabajo. “Las empresas nos dicen que no hay vacantes y no tendremos de otra más que irnos a la ciudad de México”, añadió.
Un directivo de la Cámara de Comercio de Chiapas con oficinas en Tapachula, que pidió el anonimato, me dijo que la intención del gobierno federal es buena al tratar de apoyar a los salvadoreños, pero destacó que esos 30 millones de dólares servirían de mucho para incentivar la generación de empleos en la frontera mexicana con Centroamérica.
Pobladores de Benito Juárez Miramar y de otros cercanos a la selva lacandona expresaron su pesar por la prioridad que el gobierno federal le está dando a los programas para el control migratorio, sin tomar en cuenta las necesidades de los mexicanos.
CAJÓN DE SASTRE
“Pues aquí se aplica muy bien el dicho ese de ´candil de la calle oscuridad de tu casa”, dice la irreverente de mi Gaby.
placido.garza@gmail.com
PLÁCIDO GARZA. Nominado a los Premios 2019 “Maria Moors Cabot” de la Universidad de Columbia de NY; “Sociedad Interamericana de Prensa” y “Nacional de Periodismo”. Forma parte de los Consejos de Administración de varias corporaciones. Exporta información a empresas y gobiernos de varios países. Escribe para prensa y TV. Maestro de distinguidos comunicadores en el ITESM, la U-ERRE y universidades extranjeras. Como montañista ha conquistado las cumbres más altas de América.