El ex presidente Felipe Calderón se equivocó al comparar al Bronco con Andrés Manuel López Obrador y Hugo Chávez, dejó ver esa falta de claridad política y una sobrada bravuconería clásica cuando los argumentos no están sobre la mesa, lo increíble es que otros líderes de opinión y periodistas se hayan sumado a esta letanía.
El discurso del Bronco es muy claro, va en contra de las redes de corrupción favorecidas por los mismos funcionarios públicos, de esa gente que se sirve del poder para hacer no sólo su propia riqueza sino generan redes de corrupción que permiten que se perpetúen en el poder, de ahí que taxistas, camioneros, líderes de sindicatos, mercados y puestos de ambulantaje sean los que sostienen a estos grupos pues al apoderarse de estos sectores, impiden el cambio. El poder y la riqueza concentrados en mini monopolios, eternizan el estancamiento.
El discurso de Andrés Manuel es demencial, va en contra de la mafia de poder (whatever that means), me recuerda a las tepocatas, alimañas y víboras prietas. Habla del todo y de la nada. Su discurso es incongruente y dibuja a un enemigo abstracto, pues no especifica a sus enemigos. Y por el otro lado, él mismo avala la extorsión a los contratistas constructores que él mismo contrata para tener sus intercambios de intereses (Carlos Ahumada por ejemplo), además de ser un ignorante de primera. De todo lo que me molesta de Andrés Manuel, su ignorancia es la que me purga el hígado. A parte de ser el vividor del sistema político más arbitrario que México haya tenido jamás. Comparar al Bronco con este personaje es totalmente absurdo, y con el Hugo Chávez ni para qué comentarlo, fue simplemente una tontería del ex presidente.
Es bueno que el Bronco se haya formado en el PRI del norte.
¿Por qué en la Capital del país no conocen a este PRI, y no comprenden por qué por acá no pega el PRD y demás monsergas de izquierda? Porque la percepción que tienen en la Capital con respecto al PRI es infantil.
El PRI es un partido que se gesta en el norte (Chihuahua, Durango, Coahuila y Zacatecas), es el verdadero partido de la Revolución mexicana, y aunque los revolucionarios que iniciaron el movimiento no terminaron el movimiento, se logró la expropiación del latifundio. Todos aquellos que se beneficiaron con la repartición de las tierras conocen esta historia, y es la gente del campo quien siempre ha sido fiel y leal al PRI. Los políticos del verdadero PRI, los agraristas, fueron los que impulsaron el crecimiento en el país en la década de los 50?s y 60?s.
En la Capital no se peleó la Revolución mexicana, no conocen la lucha que se libró al tumbar a uno de los sistemas de enriquecimiento más abusivos de la historia de México: ?La Hacienda?, sistema que tenía sumido en la ignorancia y en la pobreza al 70% de la población mexicana. Fue una lucha que se libró en el norte del país, al igual que la guerra cristera que ignoran muchos mexicanos como proceso histórico. Luego, ven películas como el ?Padre Amaro? y creen que eso representa el sentir del pueblo mexicano con respecto a la religión y sus religiosos. Yo recomiendo ampliamente que vean la película ?Cristiada?, película debidamente documentada (basada en la obra de Jean Meyer), esta película muestra claramente una parte de la historia de México desconocida por el centro del país. Cuando el comunismo quiso entrar a México, hubo lugares como Jalisco, Zacatecas y Guanajuato que lo impidieron a muerte, Guerrero no, Guerrero lo adoptó, y muchos priistas también, los priistas que crearon los sindicatos corporativistas fueron los priistas comunistas, no los priistas agraristas, estos últimos siempre fueron leales a la Revolución y fueron los mismos que lucharon la guerra cristera. Porque mientras en la Capital tienen a sacerdotes pederastas, en el norte y bajío se tiene a sacerdotes héroes respetados y venerados hasta el día de hoy.
La única guerra que el centro ha librado y que tienen en su haber histórico, es la guerra contra los aztecas, ayudados por los españoles, pero de ahí en adelante no han librado ninguna otra lucha más que las intestinas por el poder y las ideológicas, que en términos prácticos, sólo les ha traído estancamiento intelectual.
La comparación del Bronco con AMLO demuestra este estancamiento intelectual de la capital del que hablo. Tabasco es un estado históricamente corrupto, por el contrario Nuevo León, es históricamente más trabajador y pujante.
El Bronco debe ser muy cuidadoso, debe entender que él es un sucesor del priismo agrarista que busca un México mejor y más justo, esos agraristas eran independientes no le hacían caso a nadie, y no debe permitir que los enemigos del Presidente Enrique Peña Nieto le engolosinen el oído dadas las condiciones de odio que desde la izquierda de la Capital se han gestado, porque será un camino errado. El Presidente, pese a todo, ha hecho mucho más que los doce años de panismo, y sus reformas han dejado más enemigos que entendedores del México que debe reestructurarse. Al Bronco le puede pasar lo mismo, que al reestructurar Nuevo León, le saldrán enemigos por todos lados, y éstos harán uso de los tontos útiles que siempre están al servicio de los vividores del sistema.
México tiene que cambiar, y el Bronco es un buen inicio del cambio, si la Revolución mexicana se dio en el norte, no veo extraño que el cambio vuelva a presentarse, una vez más, desde el norte.
Y como le dijo el Bronco a una líder cetemista del mercado: ¡Hazte a la chingada!
Si no ayudan, no estorben.
Tere Quezada es maestra de inglés como segunda lengua con una sub especialidad en fonética y un minor en historia asiática comparada e historia constitucional de los Estados Unidos de Norteamérica por la Universidad del Estado de California.
"To penetrate and disrupt the clouds of darkness, the general mind must be strengthened by education."