En su programa de hoy, se pudo percibir al aire la molestia, el enojo de Carmen Aristegui por las publicaciones de MVS deslindándose de las acciones de que en carácter personal la conductora quiera realizar; mismas que fueron hechas públicas mediante inserciones pagadas en diarios reconocidos.

Molesta y ¿agraviada? Por la decisión de MVS al referir que ni estaban enterados y mucho menos iban a permitir que sus conductores se tomasen atribuciones que no les corresponden y abusar de la confianza de la empresa.

Con un trago amargo Carmen tenía que hacer publicidad cada vez que mandaba a corte comercial, no sin antes pasar al aire el spot de MVS deslindándose de ella, la rabia se podía percibir en su voz, más notable las últimas dos referencias al comunicado expreso de MVS.

Pero, como es bien sabido, la humildad no es una virtud de Carmen Aristegui, quien, a pesar del fuerte jalón de orejas por haberse tomado atribuciones no conferidas respecto de una empresa, una marca, de la cual ella es una simple empleada, no tuvo empacho en hacer sus referencias de amargura cada vez que ?tenía? la obligación de referir que mandaba a escuchar el comunicado de MVS.

Todo esto llevó a que Carmen Aristegui, antes de finalizar su programa, tocara 3 temas con los que intentó desquitar su coraje, en contra de quienes muchos suponen que es el origen del estate quieto que Joaquín Vargas propinó a Aristegui por su abuso de confianza, el Gobierno Federal.

Primeramente con el tema de la elección de Medina Mora como nuevo ministro de la Corte, al asegurar que se despreció a los ciudadanos, a las 50 mil firmas que solicitaban la no inclusión de este personaje. Querida Carmen, la República Mexicana está conformada por más de 120 millones de habitantes, hablar de que hay un desprecio a la ciudadanía por no tomar en cuenta la queja de 50 mil, es un verdadero absurdo.

En segundo plano, intentó vincular al actual Gobierno con una desaparición documentada, comprobada y exhibida como forzada, ?de 1974?, hace 30 años.

Por último, aprovechando la presencia de Gabriel Contreras, comisionado presidente del IFT sobre licitación a nuevas cadenas de televisión, intentó lanzar sus misiles respecto de temas que no tenían nada que ver con la autoridad, sino que dependen del manejo comercial y empresarial de la propia cadena recién aprobada.

Aristegui busca de un tema criticar hasta si es que pasó una mosca al momento, y no tuvo empacho en referir las siguientes cuestiones:

Los cuestionamientos, que además de ridículos, resultaron fuera de tono, no fue dificultad para que Gabriel Contreras prácticamente la dejara sin argumentos, al referirle que:

En este punto, Aristegui prácticamente sacó su machete inquisidor al pretender insistir que el Estado debía y debe obligar a los nuevos concesionarios a establecer la barra de programación, para ofrecer calidad a la ciudadanía.

Si Carmen piensa que el Estado es el que debe de normar la programación de una estación de radio o televisión, pues simplemente quiere que en México exista un régimen dictatorial como en Venezuela, Cuba o Korea del Norte, donde se realizan esas prácticas.

Por último, y como lo refería en mi columna anterior, Carmen Aristegui mostró los colores de a quien obedece, en este caso, obedece a los intereses de Carlos Slim, al haber leído al aire y al presidente del IFT, un comunicado de DISH; cual si fuera la vocera oficial de este servicio de televisión satelital, Carmen comenzó a litigar ahí mismo, en su programa, asuntos que no tienen nada que ver con sus funciones de periodista. Simple y sencillamente habló a favor de los intereses del Sr. Slim, y tratar de obtener una respuesta pública a nivel nacional que los abogados de DISH pudieran hacer valer en un tribunal.

El carácter carroñero en esa última parte de la entrevista de Carmen Aristegui quedó comprobado en su máxima expresión.

Sus palabras finales antes de terminar su programa, solo faltó el sonido de los violines con su mensaje de agradecimiento, haciéndose pasar por una víctima que no es; ella es una empleada de MVS, recibe un sueldo de MVS y carece de todo derecho para que en sus decisiones personales pretenda involucrar a su patrón sin tener la autorización para ello, ni mucho menos hacerlo sin haberles enterando con anticipación; asegurar que se le pretende silenciar es solo un cuento chino que ella intenta vender y que sus seguidores prefieren creer para tener algo de qué quejarse.

La única culpable en el ámbito profesional y laboral de lo ocurrido en las últimas 48 horas y de lo que llegase a suceder en las subsecuentes, es responsabilidad exclusiva de la falta de humildad y exceso de soberbia de Carmen Aristegui.

@ejlodena