2017 fue un año determinante para la Ciudad de México, fue un periodo de grandes avances pero también de una enorme tragedia que le cambió el rostro y nos recordó lo vulnerable de nuestra capital. Por esta razón resulta pertinente un balance de un par de los sucesos más relevantes sucedidos en este año y que nos acompañarán todavía en este 2018. En específico los referentes a las consecuencias del sismo del 19 de septiembre y a las nuevas condiciones que regirán el proceso electoral de este año.

Primero, el sismo del 19 de septiembre del año pasado dejó 228 víctimas mortales en la ciudad, claramente la mayor pérdida de todas. La reconstrucción tardará años, pero la vida de miles de capitalinos nunca volverá a ser la misma. Sin duda las tareas de reconstrucción serán un tema central para 2018, pues son el primer paso para que familias completas retomen, dentro de lo posible, su vida cotidiana.

Segundo, el 5 de febrero 2017 se promulgo la primer Constitución de Ciudad de México, un documento vanguardista que garantiza una ambiciosa lista de Derechos económicos, sociales, culturales y ambientales, que la ubican como un referente en la materia. En el ámbito político la Constitución puso a la ciudad al mismo nivel del resto de los Estados de la República, y estableció su nueva forma de organización y gobierno, por supuesto esto implica una transformación completa de varias instituciones.  

Ambos temas serán recurrentes durante el próximo año, pues determinaran en buena parte los retos y condiciones de la vida social y política de la ciudad.

Por un lado la recuperación mostrará las lecciones dejadas por el sismo y, seguramente, una nueva visión de la ciudad, una más segura y mejor preparada para cualquier emergencia. En este sentido, la participación y la observación ciudadana será fundamental pues sólo a través de la expresión de los ciudadanos y su integración al debate público se podrá tomar las mejores resoluciones. Si se considera la solidaridad mostrada durante la tragedia, es posible esperar una gran participación de jóvenes en estos procesos, lo que representa una gran oportunidad para todos.

Los cambios al sistema político de la de la Ciudad de México dotaron la de autonomía y ampliaron los Derechos Políticos de sus habitantes. Esto indica que próximo primero de julio, además de elegir Jefe de Gobierno, los capitalinos elegirán por primera vez a nivel local a 16 alcaldes —con sus respectivos concejales— y 66 diputados locales, la mitad por mayoría relativa y la otra por representación popular. Esta ampliación de derechos no pudo resultar más oportuna, pues incidir en la toma de decisiones es una exigencia ciudadana clara.

Flor de loto: Lo que viene, sin duda será mejor.