Según información publicada en el diario Nature Materials, investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) implantaron sensores en la parte de la hoja de la hoja de la espinaca donde sucede la fotosíntesis.

Estos sensores son capaces de reconocer compuestos nitroaromáticos, un químico que se encuentra normalmente en minas terrestres y otros explosivos, lo que la convierte en una planta nanobionica.

La planta tiene que absorber el químico a través de sus raíces y activa los sensores de la planta al llegar a ellos en cerca de 10 minutos.

Los sensores emiten una señal fosforescente que puede ser reconocida por una cámara infrarroja, que esta conectada a su vez a una computadora que envía un correo electrónico de alerta.

El equipo también ha programado espinacas para reconocer la dopamina, con una técnica que afirman, puede usarse en cualquier planta viviente.

Esto podría convertirse en una forma más “natural” de lograr que plantas y árboles puedan alertarnos de la presencia de elementos contaminantes, lo que sería una ganancia para ambas partes.

Con información de TheVerge.