‘El diablo está en los detalles’ dice un viejo refrán anglosajón, el cual se adapta perfectamente a una reciente investigación llevada a cabo por la Policía de Gales del Sur, quienes lograron arrestar  a un distribuidor de drogas con sólo analizar una fotografía compartida a través de WhatsApp.

La fotografía fue tomada encontrada durante el allanamiento de una casa en la que se había reportado la venta de drogas, almacenada en un teléfono inteligente con el que ofrecían la venta de estupefacientes.

La fotografía muestra la mano del narcotraficante sosteniendo un surtido de píldoras de droga, por lo que los científicos forenses pudieron utilizar la apenas visible muestra de las huellas dactilares para confirmar la identidad del sospechoso.

El arresto del narcotraficante y once de sus cómplices se convirtió en la primera condena basada en huellas dactilares a través de una fotografía.