Con el objetivo de reducir las emisiones de dióxido de carbono, el gobierno de la ciudad de París anunció este jueves una estrategia radical, en la que esperan prohibir el uso de vehículos con motores que funcionen con gasolina o combustible diesel.

La capital francesa es considerada como una de las ciudades más visitada alrededor del mundo y serán sede para los Juegos Olímpicos del 2024, además de ser parte del más reciente pacto internacional en contra del calentamiento global, por lo que este esfuerzo suena bastante lógico.

El ayuntamiento de París ya cuenta con varias medidas en funcionamiento: establecimientos sin zonas de aparcamiento, días libres de coches y multas para los conductores que manejan al interior de la ciudad con vehículos que tengan una antigüedad mayor a 20 años.

En julio pasado, el ministro de Transición Ecológica en Francia anunció que para el 2040 prevén poner fin a la comercialización de automóviles que funcionen con gasolina y diesel en el país, una medida que otros gobiernos y fabricantes automotrices también estás adoptando.

Con información de Evening Standar.