Luciano Chiang, académico en Ingeniería Mecánica y Metalúrgica de la Universidad Católica de Chile (UC), ha creado un dispositivo que permite recargar un teléfono con la ayuda de las vibraciones generadas por el movimiento del cuerpo humano.

Su invención también funciona con los movimientos causados por la lluvia, el viento e incluso los sismos, aunque estos últimos son de poca duración y por tal motivo no serían lo suficientemente eficientes.

El sistema está integrado por un imán montado sobre un brazo oscilante, el cual provoca una vibración en la bobina eléctrica. Cuando ambos elementos entren en resonancia o en un movimiento singular se puede generar entre 5 y 20 vatios.

Esta energía será suficiente para cargar la batería de un teléfono móvil o para operar un sistema electrónico pequeño, lo que sería de mucha ayuda en “lugares de difícil acceso, donde no existe la opción de cambiar las baterías”.

Los prototipos elaborados hasta ahora son del tamaño de una billetera o una caja de zapatos, aunque Chiang afirma que ya evalúan la miniaturización del sistema, que al ser más portátil podría ser lanzado comercialmente.

Con información de Reuter y la Universidad Católica de Chile.