Como lo hemos mencionado en otras ocasiones, no importa la situación, el mexicano siempre estará riéndose, buscando el lado bueno a todo, cantando Cielito Lindo o bailando La Chona y El payaso de Rodeo hasta volverse viral

La apocalíptica teoría.

Así que no sorprende que ante una teoría sobre pandemias globales que ocurren presuntamente en los años 20 de cada siglo, las reacciones en Twitter desataran hilo con mucho sabor salsero, al ritmo de No le pegue a la negra, realmente llamada La Rebelión; una canción del colombiano Joe Arroyo. 

Tuiteros responden con sabor a teoría apocalíptica

Y es que luego de que una tuitera compartiera el supuesto de que la peste negra inicio en 1320 (un dato no conformado), la peste negra dos siglos después, en 1520 la viruela (muchos investigadores coinciden en que ocurrió antes), la gran peste de Marsella en 1720, lo que sí podría ser, el cólera un siglo después, en 1920 la peste neumónica y ahora, en 2020, el coronavirus, no falto quien la desmintiera.

Y así comenzó todo.

Pero no crean que sólo llamaron a Rafael Poulain, el historiador favorito de Twitter para despejar las dudas, sino que decidieron ignorar los datos no confirmados y se dedicaron a entonar de formar individual una de las pocas canciones tan destinadas al éxito. Y sorpresa, sorpresa, se la saben toda.

Así es, resulta que la conocida como No le pegue a la negra está ahora en boca de miles de tuiteros cuya historia del negro guapo que se rebela de su esclavo español, llevan en el corazón. En consecuencia, luego de que una preguntara ¿qué pasó en los años 1600?, otro contestó "cuando el tirano mandó", y después otro "las calles de Cartagena", y una más "aquella historia vivió"... hasta terminar la bonita rola.

Un poco más sobre "Rebelión" o "No le pegue a la negra"

Tras la muerte del intérprete Joe Arroyo en 2011, salió a relucir otra teoría. Se dijo que Rebelión no era de su autoría, sino de otro cantante colombiano mucho menos reconocido: Joe Urquijo. No obstante, luego de las múltiples conspiraciones, este mismo se vio obligado a aclarar que Arroyo le cedió la letra debido a que él no pensaba grabarla, pero la verdad es que nadie la escuchó hasta que su creador la grabó años después.