El 24 de mayo de 2017, la vida de la familia Dudek se vio envuelta en la tragedia. Craig, entró a la habitación de su bebé, Jozef, de dos años, y no encontró inconsciente atrapado bajo una cajonera de la tienda sueca IKEA. Pese a los esfuerzos por reanimarlo, el niño murió por asfixia.
A raíz de los devastadores acontecimientos, los padres de la víctima interpusieron una demanda contra la tienda de muebles por homicidio culposo. Recientemente, las autoridades de Estados Unidos le dieron la razón a los deudos y determinaron que la firma debe pagar 869 millones de pesos (46 millones de dólares) a Craig y su esposa, Joleen.
En la demanda, que podría ser el mayor acuerdo de muerte por negligencia infantil en la historia de los Estados Unidos, la familia Dudek argumentó que Ikea diseñó y vendió muebles que no cumplían con los estándares de seguridad nacionales, y que no advirtió a los clientes sobre ello a pesar de que sabían del riesgo.
Además, detallan que, por su diseño, la línea MALM tenía alto riego de volcadura, característica que no fue informada oportunamente a los clientes, ni siquiera cuando ya habían ocasionado otras muertes y lesiones.
Los Dudek declararon no haber sido informados cuando, en 2016, IKEA retiró 29 millones de muebles de la misma línea que la cajonera que mató a su hijo, tras la muerte de otros bebés. Ellos la adquirieron en 2008 sin ninguna clase de aviso sobre el riesgo.
Como consecuencia de este y otros fatales casos, la compañía que ha comprometido a mejorar sus diseños y dar instrucciones y avisos claros para evitar accidentes con sus artículos; además, ha comenzado a implementar talleres sobre el tema en sus tiendas.
"Ningún acuerdo puede alterar los trágicos eventos que nos trajeron aquí, pero la compañía se compromete a abordar este problema”
IKEA
Con información de Insider.