Para disfrutar del peculiar clima mediterráneo sin salir del país, puedes viajar hasta Ensenada, Baja California y descubrir los atractivos de esta ciudad. Uno de sus principales puntos de interés nace de su clima único, pues al tener características similares al Mediterráneo en cuanto a tierra, humedad y sol eso ha permitido que la viticultura se desarrolle de manera muy favorable en nuestro país.

Hoy en día los vinos elaborados en México han ganado terreno, colocando a nuestro país entre los países productores de vino de renombre internacional. Esto ha sido en gran parte resultado del excelente trabajo realizado en las tierras fértiles de Ensenada, Baja California y su Valle de Guadalupe, región que por cierto ya cuenta con denominación de origen, lo que avala la calidad única de los vinos producidos en estas tierras.

Si eres amante del vino, Ensenada es un lugar de visita obligada, pero si no estás muy interesado en conocer el arte detrás de esta sublime bebida, en Ensenada hay diversión y entretenimiento para todos.

Para llegar hay que volar hacia Tijuana y después tomar un transporte (ahí mismo en el aeropuerto salen) que te lleve por la carretera escénica hasta Ensenada, el recorrido dura unos 45 minutos aproximadamente, pero de camino tienes que hacer una parada obligatoria (de verdad que no te vas a arrepentir) en Puerto Nuevo, un pequeño poblado de pescadores que pertenece a Rosarito y que se ha hecho famoso por su deliciosa langosta estilo Puerto Nuevo. La receta podría ser de lo más sencilla, pero lo realmente especial es la frescura de la langosta, bañada con mantequilla y acompañada de enormes tortillas de harina recién hechas, frijoles de la olla, arroz rojo, salsa de molcajete y limones. Un verdadero manjar que además se disfruta a la orilla del Océano Pacífico, cuya hermosa vista complementa a la perfección la comida.

Después de comer una langosta inolvidable estarás a unos cuantos minutos de llegar a Ensenada. Una vez en el puerto lo primero que debes hacer es conocer el centro de la ciudad, especialmente la calle Primera -la zona comercial de Ensenada- llena de restaurantes, tiendas y bares. De ahí puedes pasar a la Cantina Hussongs que es el bar más antiguo de toda la península y cuna del famoso cóctel Margarita; esta es otra escala obligada dentro de tu itinerario para refrescarte con la bebida de la casa.

El siguiente punto es el malecón, ideal para pasear, visitar el mercado de mariscos, los muelles de pesca deportiva y la plaza cívica. No olvides incluir en tu recorrido el Museo de Historia de Ensenada, para que conozcas sobre las culturas indígenas de Baja California, y también el Excasino Riviera del Pacífico; ambos edificios son de los más hermosos de Ensenada y están juntos.

Si quieres acampar y estar en contacto con la naturaleza, el Parque Nacional Constitución de 1857, a orillas de la Laguna Hanson, es el sitio ideal. Recuerda que a Ensenada llegan las ballenas durante los meses de noviembre a marzo, el espectáculo es maravilloso y conmovedor.

Otro regalo de la naturaleza es La Bufadora, que está a unos 35 kms. al sur de Ensenada. Si estás de suerte y el mar tiene las condiciones adecuadas podrás presenciar un fenómeno natural difícil de encontrar en otra parte del mundo, se trata de una cueva ubicada entre rocas a orillas del mar donde las olas pegan con tal fuerza que al entrar y salir hacen un ruido de gran magnitud (de ahí el nombre del lugar) y por la presión el agua salta hasta alcanzar unos 20 a 25 mts. de altura.

Para terminar con la naturaleza, el último recorrido son los viñedos del Valle de Guadalupe. Una familia de rusos fue quien trajo a Ensenada la vid y comenzó la tradición vitivinícola en la región, la primera vinícola que se construyó fue la de Santo Tomás, y es la más antigua de México. En esta región también encontrarás las vinícolas de Cetto, Monte Xanic, Domecq, Casa de Piedra, Château Camou, Adobe Guadalupe, Viñas de Liceaga, Barón Balché y Cavas Valmar, además de vinícolas boutique donde se elaboran exquisitos vinos de autor. Todas ofrecen recorridos y aunque tienes que reservar con anticipación, la experiencia de estar en un viñedo es maravillosa, caminar por el campo, mirar los racimos de colores tan diferentes a las uvas de mesa, sentir la tierra y conocer de cerca el cuidado con el que se siembra, cultiva y cosecha cada vid, es realmente fascinante y es el principio de comprender porqué el vino es un arte.

Con tantas opciones, Ensenada es un lugar que seguramente te cautivará para que regreses en otra ocasión.