México está en un parteaguas. Llegamos a un cruce de caminos, en este 2022, y la visión de los empresarios podría ayudar a definir el rumbo del país. La “transformación” que nos está recetando el gobierno de la 4T puede tomar muchas formas diferentes. Las políticas públicas pueden crear o destruir valor. Por eso, los próximos 20 años serán cruciales.

El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) cree que las ideas de la sociedad pueden encauzar mejor el rumbo de la nación. Por eso organizó el seminario “Visión de futuro: México 2042″ para propiciar una reflexión. ¿Hacia dónde debe avanzar México en los siguientes 20 años? ¿Cómo podemos establecer una ruta de largo plazo de crecimiento y desarrollo? ¿Qué papel debe jugar el sector empresarial para contribuir en esta nueva etapa?

Todos podremos seguir y participar en ese foro por internet. Nos podemos registrar aquí: bit.ly/CCEMEXICO2042 https://primetime.bluejeans.com/a2m/register/ketwutpu. El lunes 28 de febrero y el martes 1 de marzo se llevarán a cabo discusiones de muy alto nivel en seis mesas temáticas:

  • Los empresarios y México.
  • Organizaciones empresariales en el siglo XXI.
  • ¿Qué necesita México para crecer?
  • Dimensión social para el bienestar y la movilidad.
  • Democracia e instituciones fuertes.
  • MiPyMEs como factor de desarrollo.

Y el CCE no es el único que está pensando y explorando nuevos modelos económicos para un mundo en posglobalización. Dos profesores de la Escuela Kennedy de Harvard presentaron, hace unos días, un proyecto para explorar políticas económicas alternativas, que generen crecimiento equitativo y buenos empleos.

Dani Rodrik y Gordon Hanson, prestigiados analistas de las deficiencias de los mercados y la globalización en Estados Unidos y en todo el mundo, se preguntan: ¿qué pasaría si décadas de sabiduría económica convencional acerca de los beneficios de la globalización y la competencia de libre mercado resultan tan profundamente defectuosas que necesitan un replanteamiento drástico? ¿Podrían las percepciones de las personas que más han sufrido por esas políticas fallidas orientar a los académicos hacia nuevas soluciones?

La Fundación William and Flora Hewlett invirtió 7.5 millones de dólares para apoyar los primeros cinco años del proyecto de Hanson y Rodrik, “Reimaginando la Economía”, con sede en el centro Malcolm Wiener de Política Social de la Escuela Kennedy de Gobierno de Harvard. Rodrik y Hanson analizarán en profundidad a los grupos de personas y los lugares que dejó atrás la globalización, y tratarán de trazar nuevos caminos hacia el crecimiento productivo y el empleo decente.

La Fundación Hewlett está financiando otros tres proyectos en la Universidad de Howard, el MIT y la Universidad Johns Hopkins. Omidyar Network está financiando un proyecto similar en el Instituto Santa Fe. La Fundación Ford y la Fundación Open Society financiarán proyectos adicionales en todo el mundo diseñados para repensar la política económica.

La Fundación Hewlett ha expresado que vivimos “en un momento en que las prescripciones económicas ortodoxas están fallando y la gobernabilidad democrática está amenazada en todo el mundo”. Por eso proponen que los académicos de las principales instituciones investiguen cómo deberían funcionar las economías en el siglo XXI y los objetivos a los que deberían servir para las sociedades de todo el mundo.

Hanson y Rodrik impulsarán un proyecto donde se trabajará con profesionales y trabajadores sobre el terreno, así como con teóricos académicos, para idear enfoques alternativos viables a lo que a menudo se denomina como el “Consenso de Washington” o la “hiperglobalización”. El objetivo final es ir más allá del análisis de cómo funciona (o no funciona) la economía para considerar nuevas estructuras, mecanismos de gobernanza y formas de economía de mercado y capitalismo.

Las políticas existentes han dejado a muchas sociedades con marcadas desigualdades de oportunidades. Se requieren soluciones políticas prácticas que puedan generar crecimiento y empleos productivos en los lugares donde la gente más los necesita.

Las fallas de las políticas convencionales han llevado al estancamiento económico en muchos países en desarrollo. El desafío en todas partes ahora no es sólo lograr el crecimiento, sino la equidad. La gente exige que gobiernos y sector privado se pongan a trabajar para crear buenos empleos, bien remunerados y oportunidades productivas.

Si fracasamos en el intento, avanzaremos más en el insostenible patrón de desigualdad. Durante años hemos excluido sectores de la población que no se han beneficiado de la apertura, la innovación y la globalización. De ahí el avance del populismo. La gente exige respuestas a estos problemas.

El nuevo proyecto de investigación de Hanson y Rodrik construirá una base de datos de políticas locales y regionales y sus efectos, comenzando en los Estados Unidos pero luego expandiéndose a otros países. El énfasis en las opciones de políticas basadas en el lugar, en las localidades, es diferente a la mayoría de los enfoques convencionales, que se basan en estrategias económicas nacionales.

Las tácticas locales que se utilizarán han incluido ofrecer capacitación específica para trabajadores, en función de las necesidades de los empleadores locales; ayudando a convertir fábricas y almacenes abandonados a nuevos usos; y brindar apoyo logístico a las empresas locales capaces de expandirse y crear nuevos puestos de trabajo.

Hanson dice que el proyecto requiere un poco de humildad, dado el escaso éxito de las políticas de empleo en las comunidades que se encuentran en dificultades, en los últimos años. “Dani Rodrik y yo vamos a aprender de la comunidad de profesionales sobre cómo han tratado de mejorar las condiciones económicas sobre el terreno, y luego trataremos de extraer lecciones más generales sobre los éxitos y fracasos que han experimentado”.

Es un enfoque verdaderamente innovador. Hanson dice que este trabajo académico que iniciarán debería producir “la primera base de datos armonizada y sistemática de políticas e intervenciones basadas en el lugar, en las localidades, a nivel nacional, durante los últimos 40 años. Y, luego, ese análisis nos ayudará a brindar alguna orientación sobre qué combinaciones de políticas parecen estar mejor adaptadas a qué conjuntos de condiciones en una comunidad”.

“Algunas de esas opciones de políticas públicas se burlarán de la sabiduría convencional. Y el menú resultante de acciones de creación de empleo, capacitación, beneficios por desempleo y políticas educativas debería ayudar a los funcionarios locales y estatales a responder a circunstancias muy locales”, dice Hanson.

Seguramente habrá lecciones que podrán aprender los gobernadores y presidentes municipales de nuestro país. El trabajo también se basará en modelos europeos e internacionales que enfatizan enfoques basados en el lugar, en la localidad, en lugar de confiar en soluciones tales como incentivos fiscales para atraer nuevas empresas, que han tenido poco éxito.

Por un lado, el profesor Gordon Hanson se centrará principalmente en las comunidades estadounidenses en apuros, que han sufrido la peor parte del impacto de China. El profesor Dani Rodrik aportará su perspectiva global para evaluar el panorama laboral estadounidense y también analizará cómo las políticas locales en otros países industriales y en desarrollo han tratado de enfrentar los efectos del comercio global en los trabajadores.

El objetivo de los dos investigadores es que este proyecto se vuelva más internacional a medida que avancen. Si bien es cierto que las políticas públicas deben adaptarse a los contextos locales, los desafíos son verdaderamente de naturaleza global. Los encontramos en todos los países.

Por lo pronto, participemos en el seminario del CCE el lunes 28 de febrero y el martes 1 de marzo. Seguramente podremos escuchar ahí nuevos planteamientos en beneficio de las familias mexicanas.