La nueva variante del Covid-19 tiene el riesgo de echar para abajo algunos de los avances en el combate de la pandemia.

Se trata de la variante denominada Ómicron, con más de 50 nuevas mutaciones respecto al coronavirus “original” que fue detectado hace 2 años en China. ¿Es esto motivo de alarma para un mundo que ya está perdiendo sensibilidad y empatía tras dos años de crisis?

Primero los datos que se saben hasta ahora: la variante fue descubierta por primera vez en Botswana y Sudáfrica. El virus también ya fue detectado en Bélgica e Israel, por lo cual se debe asumir que la variante ya se ha propagado, al menos, en el viejo continente.

¿Es más mortal que las variantes anteriores?

De momento, la respuesta es la misma que en muchas situaciones con este nuevo coronavirus: no se sabe. El único punto positivo es que el continente africano, por diversas razones, ha sido uno de los menos afectados por la actual pandemia, por lo cual existe la posibilidad que el virus no sea tan peligroso como aparentemente es.

¿Las vacunas podrían dejar de ser efectivas?

Nuevamente, la respuesta es no se sabe. Pese a que investigadores han señalado que esta es una posibilidad latente ante el alto número de mutaciones de esta nueva variante Ómicron, aún no es un hecho definitivo.

Un punto positivo es que algunas de las vacunas existentes pueden reconfigurarse rápidamente para hacer frente ante cualquier eventualidad.

Otro punto positivo es que está a punto de llegar una nueva ola de antivirales que pueden ser usados a modo de tratamiento para evitar complicaciones, hospitalizaciones y muertes en los primeros días de una infección de Covid-19, opciones que hace apenas un año ni siquiera existían.

Mientras vemos como se desenvuelve esta nueva variante, no hay que bajar la guardia, hacer caso omiso de las fake news y mantenerse informado.

Manuel Ibarra en Twitter: @Manuel_Ibarra