¿Somos un país dónde sus élites son capaces de, por dinero, vender a la nación? Históricamente sí, tristemente. En la administración lopezobradorista nos hemos enterando de hechos deleznablemente entreguistas de nuestros recursos al extranjero, a cambio de una pocas migajas para un puñado de políticos abyectos.
El deporte en general y el fútbol en lo particular no son ajenos a todo este periodo de bajezas, desde que en el 2015 se trajo a un charlatán colombiano a tomar la selección mexicana., sin enseñanza alguna del humillante fracaso en Rusia 2018, inexplicablemente se trajo a otro personaje oscuro lo mismo que ajeno al mundillo futbolístico mexicano, el argentino Tata Martino, que aún sabiendo que ya su gestión no daba una, y por si poco fuera tocaba a México enfrentar al país de origen de este DT, Argentina, no se le cesó, llevando a un grupo de futbolistas nada equilibrado, de entrada chato, sin gol, y no obstante lo anterior, en el partido vs Argentina mandó a la cancha una formación qué nadie entendió, pero quizás el sí, que al anotar el gol Lionel Messi, su alegría en el banquillo fue manifiesta, ahí están los videos.
Se permitió que México fuera un tapete para que la FIFA por fin pudiese darle a su jugador consentido (uno que por su condición psiquiátrica es maleable cómo un títere) la Copa del Mundo.
Bien, el nuevo presidente de la Liga Mx, el funcionario público peñanietista Mikel Arriola, vuelve a colocar a su propio país, México, de indigno tapete para exactamente los mismos fines del mundial de Qatar 2022, es decir, que Messi se alce con otro título con el terco fin de que a los gringos les guste el fútbol, cosa que no va a ocurrir nunca. Desde 1976 llevaron a Pelé y a Beckenbauer al Cosmos de Nueva York, luego el Mundial de 1994, una Copa América y una más el siguiente año aunado a la próxima Copa del Mundo, además de una liga plagada de estrellas veteranas carísimas, todo esto para un país dónde el fútbol es un deporte llamado “soccer” y es jugado en los colegios y universidades por mujeres, donde todos los estadios grandes y mundialistas fueron construidos para albergar equipos de otros deportes.
En fin, la gestión de Mikel Arriola es insostenible, los errores arbitrales en contra de los clubes mexicanos son ya de escándalo, sumado a todos los elementos más en contra, cómo viajar larguísimas distancias, cambios de clima, el no haber hecho una pretemporada (lo cual acusa ya varios lesionados) y en el que además el 100% de los equipos mexicanos juega de visitante. Demencial, pues.
Pero es que pasa que para las élites mexicanas de hoy, poco importa vender al país, de nuevo, cómo alfombra sucia para que Messi gane ese espantoso torneo llamado “Leagues cup”. Serán ya dos torneos en los que México ha sido despojado de su dignidad deportiva por acción u omisión de altos directivos mexicanos. ¿Hasta cuándo habrá directivos qué sepan lo que hacen manejando nuestro fútbol y que tengan la mínima integridad ética? Ojalá y muy pronto, qué está bajeza de la Leagues cup nos sirva de una muy dolorosa y onerosa lección.