¿Puede haber una secretaria de la Defensa Nacional el próximo gobierno? Para responder sin equivocarme he preguntado a gente que conoce el tema.

Empiezo por decir que sin duda es deseable en México una secretaria de la Defensa. Pero, por el momento, no es posible. Según el reglamento de la dependencia el cargo solo lo pueden ocupar generales —o generalas— de división.

En nuestro país hay suficientes generales de división, no pocos muy bien capacitados. Pero generalas de división desgraciadamente no hay ninguna.

Generalas de brigada sí que hay, pero ninguna de ellas puede llegar a generala de división. ¿La razón? No tienen formación de armas o de combate. Todas son de lo que en el ejército se llama de servicio, médicas y odontólogas, del servicio de sanidad, pues.

Existen mujeres en el ejercito de nuestro país capacitadas para el combate, pero las que más han avanzado tienen el grado de mayor —¿el femenino sería mayora? No lo sé—.

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Según las reglas actuales de la Secretaría de la Defensa, a la más adelantada mujer formada para el combate que tiene el grado de mayor —o mayora— le faltan al menos 15 años para llegar a ser generala de división:

  • Tres años para ascender a tenienta coronela.
  • Otros tres para llegar a generala brigadier.
  • Tres más para ser generala de brigada.
  • Y tres años adicionales para ser generala de división.

Han avanzado las mujeres en el ejército mexicano, pero de acuerdo a la normatividad actual deberán pasar más de dos sexenios para que alguna llegue a la titularidad de la Secretaría de la Defensa Nacional.

Llegará el momento, sin duda. Podría anticiparse con reformas que, me parece, no son ahora mismo prioritarias. En cualquier caso lo deseable es que sean las estructuras del ejército las que establezcan cómo acelerar el proceso, en coordinación con la presidenta Claudia Sheinbaum.

Así que proponer lo imposible es demagogia o algo incluso peor, electoralismo. Es el caso de Xóchitl Gálvez ayer que propuso tener una secretaria de la Defensa.

La imposibilidad de esa promesa de campaña la demuestran dos hechos: (i) ahora mismo los reglamentos no lo permiten y (ii) Xóchitl no será presidenta, ya que perderá las elecciones de julio —la ventaja de Claudia será de más de dos dígitos, como pronostican todas las encuestas serias—.