Mañana es 8 de marzo: Día Internacional de la Mujer. Quise adelantarme a escribir sobre este tema porque es una forma para mí de tener en la mente y en la memoria el 8 de marzo, como si todos los días lo fueran.

¿Saldré a marchar? Sí, porque he vivido la violencia hacia la mujer desde muchas vertientes.

Porque sin darme cuenta hubo violencia familiar en mi casa cuando era niña y pensé que era así como las cosas debían de ser. Ni siquiera de joven identifiqué que vivía en un entorno violento.

Cuando amas a veces no aceptas que esa persona pueda llegar a violentarte de ninguna manera.

Después, siendo yo niña, mi madre me dejó en casa de unos tíos porque se iría a una boda. Nunca entendí porqué desperté en la cama de mis tíos y mi tío junto a mí mirándome lascivamente. No recuerdo más.

Hoy a mis cincuenta años vuelvo a sufrir acoso sexual tan solo por ser amable con alguien más. Soy muy dada a ser cariñosa y platicadora con los hombres, pero ellos lo interpretan de otra manera. Entonces creen que lo que buscas es otra cosa.

A veces en este mundo femenino ya no sé cómo se de debe actuar. Pero calladita no me veo más bonita. No cambiaré mi forma de ser y de pensar y no me quedaré callada ni hoy ni nunca ante el acoso de otro hombre.

Sin embargo, lo que aquí les cuento no se trata de mí, esto es una cosa menor.

Seis feminicidios de mujeres de entre 0 y 17 años tuvieron lugar en México tan solo en enero del 2024. Del 1ro de diciembre del 2018 al 31 de Enero del 2024 se han registrado 4 mil 817 feminicidios en México. La violencia contra la mujer sigue dándose en todos los ámbitos.

“Lástima que te portas bien, porque si no te daría unos besotes”, me dijo hace unos días un hombre al que yo admiraba y respetaba muchísimo.

Me sentí  muy sucia, culpable, muy triste, desilusionada, como si yo hubiera desencadenado esto... como si yo lo hubiera provocado. ¿Qué hice de mal? Mi mente no paraba de darme vueltas preguntándoselo.

Una  selfie que compartí en redes  que me tomé en donde me parecía que salía bien pues estaba arreglada para irme a una boda fue el motivo que desencadenó el comentario.

¿Fue mi culpa? Quizá sí. No debí de haber compartido esa foto.

¿Estaba en bikini o enseñando de más? La respuesta es no. Solamente con un vestido de noche.

Me dijo: “Qué bueno que te portas bien”. Y le contesté “Espero lo mismo de usted”. Borró los mensajes por WhatsApp donde me dijo todo eso.

No supe qué hacer, qué decir… Incluso llegué a pensar que quizá le habrían hackeado su teléfono. Él siempre se había comportado conmigo como un caballero, porque yo suelo comportarme siempre como una dama. Quizá fui amable. Ese fue mi error.

No tengo duda de que cada mujer que habita este país haya sufrido ya algún modo de acoso sexual, abuso u hostigamiento contra su persona, o intimidación por parte de otro hombre o violencia física, psicológica, verbal y económica.

Al platicarles esto que me acaba de suceder hace unos dos días apenas me lleno de vergüenza e incluso me pongo a pensar: “No debería de escribir de esto. Pensarán que yo lo provoqué”. Pero pienso que era necesario sacarlo de dentro de mí y desahogarme en letras. Además, de paso, con la esperanza que este hombre al que yo quería y respetaba y admiraba de casualidad me lea por aquí y se de cuenta de que cometió un grave y delicado error, decirle, si es que me lee por aquí,  que conmigo se equivocó y que tardaré mucho en volver a verlo como antes lo veía. Sólo quise ser amable, expresarle siempre mi admiración y respeto y me gané su acoso y su ofensa.

Hoy yo sigo con vida, lastimada y con mi autoestima quebrantada, pero, ¿cuántas mujeres hay que ya no tienen voz porque un hombre decidió callarlas? ¿Cuántas mujeres abusadas sexualmente también por personas que querían y admiraban?

¿Y qué dice este presidente con respecto al tema de la violencia contra la mujer? Ayer se le preguntó en la mañanera ese tema y dijo que él lo respondería en tres puntos:

1.- Dijo estar muy orgulloso porque ya no hay pobreza como antes y que se redujo la pobreza especialmente en mujeres. (Nada que ver con el tema y el objetivo de la marcha del 8 de marzo.)

2.- Que nunca en la historia de este país habían habido tantas mujeres en un gabinete presidencial.

3.- Que estaba muy orgulloso porque habría una mujer como presidenta.

Y nada más. Nada que tuviera que ver con el significado de la marcha del 8 de marzo.

Ah, pero eso sí, desde ayer ya empezó a blindar Palacio Nacional, para que tampoco se atrevan los familiares de los jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa intentar volver a entrar a la fuerza.

Para mí que esas vallas que están montando a las afueras de Palacio Nacional las dejará el presidente ya instaladas de fijo. Le tiene miedo a las mujeres es un hecho, y por eso se atrinchera.

Yo le tengo miedo a él por su indolencia, por su indiferencia, por su frialdad hacia nosotras.

Pero no me voy a quedar callada. No hoy ni nunca.

Mujer: Calladita te ves más bonita. Enojada también. Sonriendo ni se diga.

Cuando no te callas y dices lo que sientes, lo que te molesta y no temes ser tú misma y alzar la voz, te ves espectacular.

Es cuanto.