Hace unos días, en una sorprendente y audaz movida, el magnate empresarial Elon Musk tomó una decisión sin precedentes, cambiar el nombre de la plataforma y la marca. Esta noticia generó un gran revuelo no sólo en el mundo tecnológico sino también en el de mercadotecnia, por la eliminación de una marca en nombre e identidad consolidada por años.

Para Musk, dentro de su estrategia está ampliar el alcance y la visión de la plataforma. Si bien la X es una letra que en varias ocasiones la ha mencionado e integrado en sus proyectos, como SpaceX, la intención es integrar a la red social servicios y una colaboración de proyectos a gran escala que van desde lo tecnológico a la sostenibilidad ambiental, desde sus otras empresas creadas como Tesla y Neuralink al ecosistema del cual X forma parte.

En ese sentido, el mundo mercadológico y los usuarios de esa red han manifestado en su mayoría oposición a la decisión del empresario al considerar que está echando a la basura a una empresa consolidada por su identidad, pero pareciera que el análisis no es del todo correcto ya que, como nos ha demostrado, no se trata de un cambio de imagen solamente sino de un ecosistema que cuenta con otra identidad a la que se suma la extinta Twitter, y que la transformará, según su proyecto, en una herramienta global para conectar a personas, empresas y gobiernos en todo el mundo y fomentar la colaboración en proyectos de gran escala, que vayan desde la tecnología espacial hasta sostenibilidad ambiental en un ecosistema tecnológico unificado.

Aunado a lo anterior, la percepción y reputación que tenía la extinta Twitter era controvertida por sus numerosos desafíos relacionados con la desinformación, el acoso en la red, y la gestión de sus contenidos. Al tener una nueva identidad cuenta con una oportunidad para crear un nuevo comienzo con la facilidad para abordar y tratar de cambiar la percepción y reputación del contenido de la red. A partir de la nueva identidad Musk tiene la posibilidad para crear una plataforma más comprometida con la seguridad y transparencia, lo que podría generar como resultado la recuperación del sentido de la red y disminuir la contaminación que existe en ella para atraer a nuevos usuarios y publicidad.

Es pertinente observar y considerar dos datos relevantes. El primero, es de la tecnología de marketing y relaciones públicas llamada posicionamiento. Esto significa poner un tema, producto o servicio, en una posición con relación a otros productos o servicios. La gente sólo recuerda relacionando una cosa con otra. Una posición es donde pones un producto en la vida o mente de alguien y en relación con otros productos.

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Y el segundo dato, es sobre promoción, que es el arte de ofrecer algo que obtenga una respuesta y consiste sólo en qué ofrecer y cómo ofrecerlo, para que obtenga una respuesta. La palabra clave aquí es respuesta.

Elon Musk es un empresario polémico pero a la vez es disruptivo y visionario, esto que puede sonar a una ocurrencia, puede ser parte de un proyecto estratégico que anticipe, como acostumbra, las tendencias tecnológicas antes que nadie. Sus movimientos apuntan hacia una estrategia más amplia de integración, innovación y proyección futurista.

Twitter: @OliviaSalomonV