Viajar en avión, eventos como la Formula 1 y hasta comprar en un supermercado, son algunas de las restricciones sociales que la derecha impone a quienes nos asumimos de izquierda.

Todas y todos conocemos a alguien que dice “si eres comunista, no puedes tener iPhone” y es que durante décadas se ha alimentado la narrativa de que las personas que luchamos por causas justas y un piso parejo para todas y para todos, debemos privarnos de acceder a lugares y/o servicios que, algunos, consideran que son exclusivos y “solo para ellos”, por ser “lujosos”.

Para ellos y ellas es difícil entender -y algunos deliberadamente ignoran- que lo que buscamos es acceder a derechos, socializar la riqueza, no la pobreza y que cada quien pueda hacer con su salario lo que se le venga en gana, sin importar si esta es servidora pública, chofer, empresario, mesero, etc.

No es nada más Noroña yendo a City Market a comprar el mandado y siendo increpado y atacado por un grupo de personas, a la senadora Citlalli Hernández la han seguido, grabado y acosado por estar en una tienda de Apple, a Arturo Zaldívar por salir de vacaciones con su familia, a AMLO por viajar en avión.

Sin embargo, con estas acciones, no solo queda en evidencia la profunda ignorancia de quienes siguen estas ideas, además, con argumentos falaces y odio desmedido, buscan generar un discurso de supuesta incongruencia y doble moralidad.

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La incongruencia sería pagar comidas, ropa, viajes, choferes, camionetas con el dinero de las y los mexicanos

Lo preocupante es que esta no es una cuestión exclusiva de bots en redes sociales, hay quienes han llegado al absurdo, de hostigar, grabar y violentar a personajes públicos por sus actividades privadas.

Los mismos que acusan al presidente de México de polarizar y dividir el país, son los que se enardecen si ven a una persona de la 4T haciendo cosas que, debido a su aspiracionismo, clasismo y racismo, no deben.

Repiten y señalan la “austeridad republicana” y “pobreza franciscana” como guion, desconociendo que el origen de estos principios viene de cómo se ejerce el dinero público, de la lucha contra la corrupción, la desigualdad social, y la tajante oposición al despilfarro de bienes y de recursos nacionales para beneficio de unos cuantos y no para el disfrute de todas y todos, como se hacía religiosamente en sexenios pasados.

Entonces. ¿es una incongruencia ir a un supermercado, tener un iPhone o ir de viaje con tu salario? Por supuesto que no.

La incongruencia sería pagar comidas, ropa, viajes, choferes, camionetas con el dinero de las y los mexicanos, como algunos funcionarios y funcionarias opositores a la Cuarta Transformación aún lo hacen, pero a quienes no se les señala, porque se considera que “se lo merecen”.

Por último, considero que esto va más allá de los personajes de la Cuarta Transformación, evidentemente la conversación pública se centra en ellos y ellas por militar en la izquierda, pero el acoso, la persecución y la violencia por las actividades que alguien realice en su vida privada, deberían preocuparnos a todas y todos.

Personalmente, tengo posturas políticas claras y asumir una postura conlleva entender que habrá antagonismos con las de otras personas y grupos, sin embargo, considero que la libertad y el respeto deben ser para todas y todos y debemos tener claro que alimentar la división, el segregacionismo y el odio, no abonan a la construcción de una República democrática.