Trataré tres temas:

  • 1. Lo que me dijo por WhatsApp un hombre culto acerca de lo que opinaba Alfonso Reyes —o Alfonso Caso— sobre la antigua Roma.
  • 2. Un reportaje del Spiegel alemán sobre la guerra contra el narco en Latinoamérica, “Por qué México y Colombia han abandonado la lucha contra los cárteles”.
  • Los monitoreos del INE, en los que Xóchitl Gálvez logra más opiniones positivas en radio y TV —muchas más— que Claudia Sheinbaum.

Abogadetes y soldadones

Lo que escribí ayer acerca de las dificultades de sumar con números romanos, provocó que un hombre verdaderamente preparado me dijera lo siguiente:

“Alfonso Caso (o bien Alfonso Reyes, no recuerdo con precisión) decía que los romanos eran un pueblo de abogadetes y soldadones. Siempre se me hizo una exageración. Hasta ahora, viendo sus limitaciones numéricas o matemáticas Por cierto, en los relojes con números romanos el 4 siempre se escribe IIII”.

Acudí a Google para comprobar, o refutar, lo que afirmaba mi amigo. Encontré la fotografía del Patek Philippe NEW LIMITED Grandmaster Chime, de 17 millones de euros. Y sí, el número romano cuatro no es IV, sino IIII.

Reloj caro

Los romanos no destacaron por aportar a la ciencia, sino por eficaces en las guerras y por haber creado leyes.

Eran respetuosos del derecho, pero podían matarse después de defender leyes en el Senado. Es famoso el asesinato de Julio César durante los idus de marzo. Lo apuñalaron varios senadores. Seguramente el asesinato de César en algún momento fue considerado legal en la legalista Roma. Tener leyes no garantiza civilidad. Menos aún si sobran abogadetes para sacarles la vuelta.

En el principio era el fraude electoral, y el fraude era el PAN, y el PAN era el PRI

El reportero Jens Glüsing, de Spiegel, dijo en algún párrafo de su nota sobre el narco en América Latina:

“México también desplegó sus fuerzas armadas contra los cárteles por primera vez a finales de 2006, con el resultado de que la violencia en el país ha aumentado dramáticamente. Decenas de miles fueron asesinados en la guerra contra las drogas o se les considera ‘desaparecidos’. Los cárteles, sin embargo, son más poderosos que nunca”.

Para eso sirvió la guerra contra el narco con la que Felipe Calderón quiso que se olvidara el fraude electoral de 2006.

Es muy interesante el reportaje de Jens Glüsing, recomiendo leerlo aquí. El traductor de Google ayuda a quienes, como yo, no hablen alemán. Cito algunos de sus párrafos:

  • En Latinoamérica la gente ha desarrollado “la impresión de que los gobiernos y las instituciones democráticas no han logrado combatir el crimen”.
  • “Los cárteles se han vuelto tan poderosos que en muchos lugares se han infiltrado en el poder judicial, las autoridades de seguridad y los parlamentos”.
  • Ya son las mafias “una amenaza existencial para el Estado”.
  • “Los narcotraficantes han equipado a sus combatientes con armas y tecnología militares de última generación”.
  • Hay cárteles latinoamericanos tan poderosos “que tienen suficiente poder financiero y de fuego para desafiar a naciones enteras”.
  • El crimen organizado es una amenaza en toda Latinoamérica.
  • Europa está “inundada por una avalancha de drogas” procedentes de Latinoamérica.
  • Los consumidores europeos de drogas no son conscientes de que financian bandas asesinas en América Latina.
  • “Democracias políticamente estables”, como Colombia y México, “prácticamente han renunciado a la lucha contra el narcotráfico”.
  • En América Latina, “las masacres ya casi no conmocionan a la sociedad”.
  • “La pregunta es cuánto tiempo pasará antes de que el avance de los cárteles ponga en peligro la estabilidad del Estado”.

Las leyes, el ejército, la corte, la 4T

En la antigua Roma los soldadones solucionaban los problemas. Iban a larguísimas guerras y las ganaban. Por su parte, abogados hábiles, como Cicerón, legalizaban cualquier arbitrariedad.

En México, en 2006, soldadones comandados por el soldadito de juguete Calderón demostraron rápidamente que no podían ganar la guerra contra el narco. Eso sí, abogadetes de derecha legalizaron tal desastre.

¿Por esa razón Andrés Manuel ha convertido al ejército en consorcio empresarial? No me parece correcto.

Es decir, creo que ha sido buena idea dejar a los ingenieros militares participar en la construcción de infraestructuras. Lo hacen bien y con menos corrupción que contratistas del sector privado.

Pero nuestros militares no han exhibido habilidades especiales para la administración de compañías comerciales. Pienso que lo van a hacer mal y, por lo tanto, le generarán un daño económico al Estado que deberá subsidiarles porque las fuerzas armadas no pueden darse el lujo de fracasar.

Andrés Manuel sabe que lo mejor en un sistema económico es tener la menor cantidad posible de empresas estratégicas o gigantescas que, por razones de Estado, no puedan quebrar.

Y es que si tales empresas no pueden ir a la bancarrota, entonces hay que rescatarlas. Fue el argumento utilizado por el expresidente Zedillo cuando transformó las deudas de banqueros y empresarios en deudas públicas mediante el Fobaproa.

Se entiende que sean empresas estratégicas Pemex y la CFE, pero ¿hasta dónde se subsidiará a la militarizada Mexicana de Aviación o al Tren Maya? Una tren de pasajeros CDMX-Querétaro sería indudablemente estratégico, pero ¿uno turístico de dudosa rentabilidad?

Es correcta la decisión de AMLO de que la Guardia Nacional esté integrada por militares, pero solo si dejan de actuar como soldadones buenos nada más para el combate; esto es, transformados en policías.

El problema es que se metieron los abogadetes en el debate de la Guardia Nacional y lo contaminaron.

No hablo de los ministros y las ministras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que solo interpretaron la Constitución, que es clarísima: la Guardia Nacional debe ser administrativamente civil, pero dieron opciones válidas para que operativamente dependa de las fuerzas armadas.

Me dicen que eso lo entendía muy bien el general Luis Cresencio Sandoval González, secretario de la Defensa, pero algunos de sus colaboradores no lo aceptaron, seguramente asesorados por abogados frívolos. Eso metió aún más a México, en vez de sacarlo, en el laberinto de la polarización.

Viene otro conflicto: el de la anulación de las reformas aprobadas por la mayoría legislativa de Morena en lo que se llamó viernes negro, cuando se aprobaron 20 leyes en tiempo récord: una cada 12 minutos.

Fue tan desaseado ese proceso que se dio el caso de que votara la suplente de una senadora y después hiciera lo mismo la senadora titular. Esto solo pudo haber ocurrido porque abogadetes temerarios lo sugirieron.

Si la corte suprema termina por concluir qure ha sido tramposo que una senadora y su suplente participen en la misma votación, no es algo que pueda ser considerado indebida actuación contramayoritaria del alto tribunal.

Subrayé tal palabra —contramayoritaria— porque la ministra Lenia Batres hoy dedica su artículo en El Universal a cuestionarla.

Habrá un nuevo enfrentamiento entre poderes el próximo mes de abril, cuando se discutan en la SCJN los proyectos de la ministra Margarita Ríos Farjat y los ministros Juan Luis González Alcántara Carrancá, Alberto Pérez Dayán y Jorge Pardo.

Quedarán pendientes —cito a Reforma— “dos de los asuntos más delicados”, que están en manos de la ministra Loretta Ortiz Ahlf.

Cualquiera que fuese la decisión de la SCJN debería ser aceptada por todos y todas en México, ya que resulta imposible dudar de la verticalidad de las ministras y los ministros mencionados.

Pero no ocurrirá así. Abogadetes de todos los grupos políticos complicarán las cosas cuando las decisiones de la corte suprema lleguen a los medios.

Hay abogadetes de izquierda, claro que sí. Pero son más numerosos en la derecha, como Lorenzo Córdova, Germán Martínez, etcétera.

Viene la iniciativa de reforma del poder judicial elaborada por el presidente López Obrador. Ojalá se tome en cuenta a los y las juristas más sensatos, quienes no han enloquecido por las pasiones políticas.

México necesita de la participación de gente seria verdaderamente conocedora del derecho, de tal modo de marginar a los abogadetes maniobreros.

Los medios con Xóchitl, contra Claudia

El INE realizó un monitoreo de radio y TV. Estas son sus conclusiones principales:

  • La precandidatura con más tiempo en radio y televisión fue la de Claudia Sheinbaum: 46.19% contra 42.23% de Xóchitl Gálvez.
  • La mayor parte de las notas son informativas, esto es, ni positivas ni negativas. Pero hay comentarios editorializados, que el INE ha evaluado.
  • La precandidatura con más valoraciones positivas fue la de Xóchitl: 57 comentarios a su favor y 21 en contra.
  • La precampaña con más valoraciones negativas fue la de Claudia: 21 comentarios a su favor y 28 en contra.

Queda claro: quienes opinan en radio y TV mencionan a Claudia para criticarla. A Xóchitl la mencionan para elogiarla. Así de poco objetiva la prensa mexicana.

Las ventajas de más de 30 puntos en todas las encuestas que tiene Claudia Sheinbaum demuestran la pobre influencia de los medios electrónicos en tiempos de redes sociales.