IRREVERENTE

Les platico: no “se dice”, como cierto colega dice. Ayer me tocó cubrir -acuérdense que a mucha honra soy reportero, más que anolista, como presumen algunos- las casi cinco horas de una manifestación inédita en Monterrey, de mujeres y hombres, contra las vejaciones de que son objeto las primeras por parte de criminales de los dos bandos: los que han hecho de México su peculio y los de dentro del gobierno que se hacen p3nd3jos o que de plano lo son.

Creo que esos dos principios aplican.

Primero, porque cada vez son más las evidencias que apuntan -no “se dice” que apuntan- a la infiltración del crimen organizado en municipios, estados e incluso en niveles altos del gabinete presidencial.

Y segundo, porque hay autoridades que por su incapacidad -como Aldo Fasci y Gustavo Adolfo Guerrero- no me explico qué pinche santo dentro del politburó del gobierno de NL los sostiene como “secretario de seguridad pública” -al primero- y como “fiscal general de justicia en NL”- al segundo.

Ayer, a éstos dos, les tupieron hasta por debajo de la lengua las bravas mujeres y los igual de bravos hombres, que protestaron en número que se contó por miles, por la muerte de Debanhi Escobar y de las otras que, anónimas y no, forman parte de la estadística más negra de la seguridad en México.

Si les platico de esto que sucedió ayer en Monterrey, no vayan a pensar que estoy siendo muy localista, como para que no se ocupen de mis artículos los medios nacionales.

NL, deshonroso botón de muestra

Nuevo León es el deshonroso botón de muestra de una realidad lacerante que agravia por igual a mujeres, hombres, adolescentes y niños.

En la manifestación de ayer -que duró más de cinco horas- había casi igual número de hombres que mujeres.

Yo estuve metido entre los manifestantes desde el primer minuto y no “se dice” que fue monumental la protesta y la mar de respetuosa la misma.

No “se dice” porque yo lo viví y lo atestigüé desde adentro, como mandan los cánones de la cobertura, de la investigación y documentación periodística. Me abstuve del cómodo “se dice” que quién lo alude para evitarse la chinga de cubrir, investigar, verificar, comprobar y sustentar lo que escribe.

No tengo pelos en la lengua para decir esto porque no tengo membranas protectoras contra quienes se sientan en libertad de criticar mi trabajo.

Además, manco legal no soy y pongo como evidencia a dos o tres o más de esos que pululan en los chats y que se les hace fácil irse de la boca -o de la letra- difamando a lo p3nd3jo.

Les gusta hacerse los graciosos o aluden haber sido periodistas en otros tiempos y en eso se escudan para inventar mamadas. Perdonen mi francés norteño, pero no hay mejor palabra para definir lo que hacen.

A ellos -a través de los abogados- les dije: “ratifiquen o rectifiquen”... las mentiras que sobre este su irreverente servidor han proferido.

Y como dos o tres de ellos se hicieron como que la virgen les hablaba, ahora están bien atorados en procesos de ley que para su sorpresa, sí se dan todavía en México.

Es más, ayer, al mezclarme entre los manifestantes, comprobé que no basta con inconformarse contra el que lo agravia a uno.

Existen alternativas legales para hacer valer nuestros derechos.

¡Exclusiva, exclusiva, read all about it!

Lo que no escribí en mis escritos de ayer porque lo tenía deparado para hoy, es que los familiares de las últimas dos víctimas de la ausencia de madre, de justicia y de capacidad judicial en NL, tienen desde ayer el apoyo de tres de los más acreditados y temidos despachos de abogados de todo México, que los van a asesorar “pro bono”, esto es, sin cobrarles un centavo, en los procesos legales con que buscan hacer pagar a las autoridades responsables, las desgracias que hoy sufren.

Esto “no se dice”, esto es real. Ayer hablé con los presidentes de los consejos de dos de esos despachos -uno de ellos al que por sigilo solo puedo citar por ahora- Javier Lozano Alarcón, quien además se va a echar el tiro de representar a los diputados que están siendo ofendidos por babeantes seguidores de AMLO que los están exhibiendo como traidores a la Patria, nomás porque le dieron palo a la pretendida y alucinada propuesta de reforma eléctrica de don Andrés Manuel y el tal Bartlett.

Incluso uno de los despachos que van a defender a las dos familias de las chicas que aparecieron asesinadas durante el último mes, tiene sus oficinas centrales en Nueva York y representantes asociados en estas bárbaras y sedientas tierras del norte.

Leí sus proyectos de demanda y son para que las huestes legales de Aldo Fasci y Gustavo Adolfo se pongan a rezar o que inviertan sus ahorritos para pagarse buenos abogados porque si no, les van a dar con todo.

Protesta

Samuel, ya deshaste de Aldo, no le hace que sea suegro de tu amigo Mike del alma

A Aldo le dijeron ayer los manifestantes, hasta de qué se va a morir.

Eso de que en la muerte de Debanhi hubo una “falla humana masiva” es un insulto a la inteligencia de los nuevoleoneses.

En otras palabras, fue una soberana mamada, que enardeció los ánimos de las sufridas familias de las víctimas.

Fui testigo ayer de testimonios desgarradores de mujeres que defienden su derecho a vestirse como les dé la gana, sin que eso dé motivo o justificación para que ciertos machos pelafustanes se sientan en la obligación de ofenderlas, agraviarlas o agredirlas.

Mi abuelita la ex alcaldesa de Perros Bravos y Gatos Güeros NL me enseñó desde chiquito a valorar el hecho de que la mujer es un ser superior al hombre.

Siempre he honrado esa creencia y -créanme- por eso me ha ido bien en ese departamento, pues, ¿a qué mujer no le gusta que se le diga, se le trate y se le atienda como a un ser superior?

Esto no lo entienden los pelafustanes dentro y fuera del gobierno y de ahí la postura de ese gremio -el de las mujeres- para exigir justicia a los que les pagamos sus sueldos como funcionarios públicos.

El mal es mayúsculo y como consecuencia de ello, las decisiones -en este caso de Samuel García- deben ser igualmente mayúsculas.

Samuel, ándale, pídele la renuncia a Aldo y mueve tus contactos -que los tienes en el poder judicial -no te hagas- para que Gustavo Adolfo se vaya de la fiscalía a atender los negocios que tiene con sus socios allá por el rumbo de Lampazos y más al norte, rumbo a Nuevo Laredo.

Los mismos contactos tienes con uno de los tres dueños del PAN, Raúl Gracia, como para negociar con él la salida de su achichincle Arturo Salinas, de la presidencia que ocupa en el Tribunal Superior de Justicia en el Estado.

Aldo no se va a morir de hambre, no te preocupes por él, porque heredó bien y sus propiedades por el rumbo del Tec de Monterrey le dan para vivir a toda madre en su búnker de la Colonia Altavista, que colinda con la Roma.

Samuel, te lo digo porque sé que te tientas el corazón antes de tomar medidas extremas como las que te estoy sugiriendo.

Si no lo haces, que el Dios de Spinoza te coja confesado.

Gustavo Adolfo Guerrero, Samuel García y Arturo Salinas

CAJÓN DE SASTRE

“Piquete directo, aunque te frunzas o -como decía tu abuelita la alcaldesa- ´¿quieren más o les guiso un huevo?”, dice la irreverente de mi Gaby.