El martes 3 de mayo dio inicio una reunión de 2 días por parte del Comité de Política Monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos para determinar las medidas de Política Monetaria por parte de la FED que planean implementar en los próximos dias. Dada la actual situación de inflación (o, más bien, de estanflación dado que han existido incrementos sostenidos en los niveles de los precios, en conjunto con una persistente disminución del crecimiento del Producto Interno Bruto) muchos analistas estiman que la FED pretende incrementar medio punto porcentual su tasa de interés de referencia, siendo este un incremento bastante pronunciado dado que el ultimo incremento de la tasa de referencia de la FED de la misma magnitud ocurrió hace ya 22 años (en el año 2000, en medio del apogeo de la crisis tecnológica del dotcom). El mismo Jerome Powell, presidente de la FED, mencionó que esta medida estaría puesta en discusión hace ya algunas semanas. Este tipo de políticas no serían de extrañar, dado que solo en el mes de marzo se estimó un incremento de la inflación del 8.5%, siendo esta la mas grande registrada en los últimos 40 años en dicho país.

Ahora bien, dichos incrementos tienen un efecto muy importante en nuestra economía, dado el nivel de correlación existente entre nuestros países partir de varios mecanismos. Por lo general (y casi como una regla general) cuando existen incrementos en la tasa de interés de referencia por parte de la FED se espera un incremento en la tasa de referencia por parte del Banco de México. Solo considerando las implicaciones del impacto en materia de política cambiaria, varios estudios demuestran que un incremento en la tasa de interés de Estados Unidos representa un impacto a la baja del tipo de cambio, por lo que el Banco de México deberá de intentar interceder e incrementar el tipo de interés para mantener al margen los cambios del tipo de cambio, o los incrementos en los costos de importación de los productos al país tendrán un impacto en el comportamiento general de la inflación (lo cual, dada la situación actual en la que nos encontramos, seria catastrófico).

Por otro lado, un incremento en las tasas de interés en el país afecta negativamente al comportamiento del Producto Interno Bruto al desincentivar la inversión productiva (ya que, básicamente, costaría mas caro invertir por los incrementos de los costos de los prestamos), lo que podría profundizar mas el escenario de bajo crecimiento. En esencia, durante un panorama de estanflación donde un incremento en el nivel de la tasa de interés para intentar combatir el incremento de los precios a costa de disminuir la actividad productiva, cada posible decisión podría incurrir en un trade off muy costoso, sea cual sea la decisión tomada. Eso es precisamente lo complicado de vivir un escenario estanflacionario; básicamente, combina 2 de los peores males económicos en un mismo escenario (estancamiento económico, e incrementos en la inflación).

En el corto plazo ante un posible incremento en el nivel de la tasa de interés de referencia de Banxico, también se podría esperar una disminución en los precios de las acciones de la Bolsa Mexicana de Valores; como el incremento de la tasa de interés beneficia el rendimiento ofrecido para algunos instrumentos de deuda, se estima un intercambio de flujos de instrumentos de renta variable a instrumentos de renta fija, aunque dado que el nivel de inflación aún es superior al nivel ofrecido por la tasa de interés, este movimiento podría tener una magnitud mucho menor a la estimada. No cabe más que esperar a ver cuales fueron las decisiones tomadas en dichas reuniones, y estar listos para los efectos venideros en nuestra economía.

Jorge Alberto Nájera Salmerón: @JansNajera