Algún día, tal vez, hasta el 2030. El hecho es que actualmente, Samuel García guarda las simpatías de las personas más jóvenes, aquel voto de los “primerovotantes” que son altamente participativos a diferencia de los demás menores de 35.

El hecho es que ni las encuestas se encuentran por encima de la ley.

La Constitución neolonesa ofrece un camino claro: cuando un gobernador pide licencia, el Congreso designa a un sustituto. ¡Sin unanimidad requerida! Pero, ¡oh sorpresa!, Samuel García ha desencadenado un torbellino al objetar el interino designado.

La estrategia para legitimar sus caprichos ha sido tan audaz como controvertida.

Primero, el Tribunal Superior de Justicia de Nuevo León suspendió la licencia y ordenó a García permanecer en el cargo, desafiando a la Suprema Corte (que en teoría, no tiene competencia en materia electoral). Luego, ¡un amparo ante un juez laboral capitalino! Sí, leíste bien. Este juez anuló el nombramiento del interino, exigiendo unanimidad y permitiendo que el secretario de Gobierno asumiera provisionalmente. Todo, a pesar de la falta de fundamento jurídico. (¿Qué tendría que ver un juzgador laboral de la Ciudad de México en un asunto de constitucionalidad de Nuevo León?)

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El resultado: un enredo legal digno de una telenovela. Una tragicomedia jurídica. Decisiones de la Corte y el Tribunal Electoral frente a contradicciones del Poder Judicial de Nuevo León y un juez de la Ciudad de México. (Aunque debemos tomar en cuenta que el Tribunal Electoral es la máxima instancia en esta materia, a reserva de la invasión de funciones, que efectivamente, corresponde a la SCJN a través del control de constitucionalidad).

Samuel García, cual comensal en un bufé judicial, ha intentado elegir a su gusto. Pero la justicia no es un festín; la Suprema Corte dicta la pauta. Aun así, García persiste, ignorando al Congreso local y dejando la licencia vigente. Se ha nombrado gobernador, emitiendo un oficio sin tener el cargo y utilizando el Instagram como Periódico Oficial. En el análisis político, hay mucho más que dos gobernadores en función. Existe una operación de las fuerzas panistas y priístas que han echado mano de sus alianzas en el Poder Judicial.

Los anti-democracia señalando autoritarismo

Es curioso que los militantes del PRI y del PAN sean los que diariamente señalan un supuesto Estado autoritario, en el que son os legisladores que les representan, al menos en Nuevo León, quienes han hecho lo posible por contravenir las voluntades mayoritarias que les rechazan en el gobierno de aquella entidad.

“La Chavacana Mayor” ha sido enfática en que lejos de un capricho, acatan la responsabilidad histórica de rescatar a los nuevoleonenses de aquellos que durante años subyugaron su entidad.

Este intento de crisis constitucional puede pasar factura. ¿Exclusión de la contienda electoral? ¿Usurpación de funciones? ¿Desacato a decisiones judiciales? García arriesga mucho por complicar lo que debía ser simple y claro. La realidad es que en caso de que sea rechazada la intención de volver a gobernar que ha manifestado Samuel García con aquel oficio emitido fuera de funciones, podría actualizarse el crimen de usurpación y con ello, romperse la buena racha del millenial preferido de México (y de Elon Musk).

Lo que es una realidad es que más allá de la ley, el precedente inmediato de un aspirante rechazado que logró alcanzar su objetivo es el de Andrés Manuel López Obrador. Y a Samuel, le sobran agallas, juventud y coraje. Bienvenido al 2030. ¿O al 2024?