La actuación del presidente de la República Andrés Manuel López Obrador (AMLO) especialmente denotada en los últimos meses por su forma de hablar, de decidir, y de actuar, traen a la mente inexorablemente el recuerdo de aquella película relevante, famosa, denominada “La Ley de Herodes”, en la que el personaje principal es un político de apellido Vargas que finalmente le apodan “Varguitas”, y que cuando asume el poder como Presidente Municipal lo detenta a costa de todo asumiendo en absoluto toda facultad inscrita y no inscrita llegando al grado de arrancarle hojas a un ejemplar de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, un supuesto texto oficial, porque lo que ahí decía no convenía a sus intereses o a sus deseos. Hay una escena en la cual incluso el Secretario de Gobierno -de su mismo partido- le dice “¿De verás cambiaste la Constitución, cabrón? ¡Me cae que eres un chingón!”, y el tal Varguitas simplemente sonríe, mientras su jefe, con sorpresa y sorna, lee las reformas que imperó a capricho.

¿Así estará Mexico?. Así parece ser

Lo ocurrido recientemente, las declaraciones del presidente en torno a actores del Poder Judicial, lo acercan a esa ficción -y dicen que muchas veces la realidad supera enormemente a la ficción-.

Quizá, López Obrador olvida que como jefe de uno solo de los Tres Poderes de la Unión, el Ejecutivo, debe generarle respeto al Legislativo y al Judicial, pero si bien, hasta ahora ha podido llevar las riendas en las dos Cámaras Legislativas, su ya evidente enojo, su exasperación con los jueces, ministros y magistrados lo han llevado a repetir temerarias declaraciones que estrictamente podrían inclusive considerarse amenazas a dichos integrantes del Poder Judicial.

Esa expresión de hace unos días, cuando habló de su iniciativa de Reforma Electoral que presentará, suena más a una escena de la película en comento que a un presidente demócrata que respeta la división de poderes que mandata nuestra Carta Magna.

“Cambio completo de todos, renovación tajante, no se puede con lo mismo, no son demócratas, no respetan la voluntad del pueblo, no actúan con rectitud”, declaró en su conferencia mañanera del pasado lunes en Palacio Nacional.

También opinó en torno al retiro de diputaciones a la coalición Juntos Haremos Historia, de la cual forma parte Morena. El presidente López Obrador dijo que tanto el INE como el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) están muy mal.

“Entonces no pueden estar ahí, tiene que haber un cambio, no es un asunto personal, es que no han estado a la altura de las circunstancias y tenemos que dejar establecida una auténtica democracia en el país. Nosotros tenemos este compromiso, si luchamos durante años para hacer valer la democracia cómo es que llegamos y dejamos lo mismo”, dijo.

Andrés Manuel, se jacta de su empoderamiento, del control que tiene sobre el Poder Legislativo y sabemos que también en gran parte del Poder Judicial Federal, acorde a las designaciones en las cuales ha tenido influencia, como el nombramiento de nuevos ministros del otro tribunal.

El último episodio, es el enojo porque los usuarios del Río Nazas, una agrupación que se hace llamar integrantes de la organización pro defensa del Nazas se han opuesto a una obra por medio de la cual se generaría captación y distribución hidráulica en la Comarca Lagunera impactando a las entidades de Coahuila y Durango. Por razones diversas justas o no, hay una expresión de inconformidad social, hay personas, ciudadanos que no están de acuerdo y que han optado por ir al Poder Judicial Federal a reivindicar sus derechos, a poner en marcha la posibilidad de que sea este poder quien resuelva las diferencias y le responda peticiones en voz de justicia, y tras ello ha conseguido la suspensión provisional y definitiva que impide que se realice esa obra y la respuesta colérica, dura, cruda, severa del presidente de la República es impresionante; y dice el tabasqueño, que no habrá obra hasta que no se retiren los amparos; y conmina y exige e impulsa a la aspiración de quienes han osado acudir ante la justicia y ha planteado a los gobernadores de Coahuila y Durango y a los alcaldes de la zona que realicen debates, mesas de diálogo, consulta para una vez que haya un convencimiento de que no tienen razón los opositores, los conminen y traten de convencer que retiren los amparos. Esto y el inicio de un linchamiento sociopolítico es lo mismo.

El tabasqueño ha dicho que no terminará de hacer lo necesario hasta que se acabe con ese obstáculo legal, pero que no se desligará a litigar en el Poder Judicial porque se trata de un poder corrompido y de pensamiento conservador en el cual no confía y dice: “No me estoy chupando el dedo ¿Ustedes creen que voy a confiar otra vez en el Poder Judicial? Desgraciadamente el Poder Judicial está podrido, hay honrosas excepciones, pero jueces, magistrados, ministros, están al servicio de los grupos de interés creados y tienen mentalidad muy conservadora, ultra conservadora. Si tuviésemos un Poder Judicial confiable, yo diría ‘no hay problema, vamos al litigio, vamos a demostrar de que no hay afectaciones’, pero no, nos metemos en eso, nos entrampamos, nos presentan una denuncia y luego otra, y otra y otra y se nos va el tiempo, es una táctica dilatoria y no se hace la obra”, dijo el actual presidente de México.

“Varguitas”, recorre el pueblo de San Pedro de los Saguaros con la Constitución -reformada a su antojo- bajo el brazo, y una pistola en la cintura. Así impone su voluntad; a capricho, a su antojo. Cualquier similitud con la realidad es mera coincidencia.

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