Las soluciones a los problemas de un país tan grande como México, necesitan ser pensadas y diseñadas desde el nivel estatal y local. La federación puede implementar políticas de alto impacto, pero los gobiernos estatales pueden realizar un diagnóstico más preciso de las necesidades sociales, las debilidades y potencialidades de sus territorios. El desarrollo energético no es la excepción: los gobiernos estatales deben asumir su responsabilidad para impulsar la inversión en energía, la innovación y la eficiencia en su uso.

Algunos ejemplos de necesidades energéticas urgentes que los estados deben contribuir a resolver, son la eficiencia energética de los hogares, con programas de sustitución de focos u otros dispositivos energéticos, o la atención a la pobreza energética, llevando a las comunidades que más lo necesitan tecnología de generación como paneles solares que les permitan acceder a energía eléctrica y segura.

Una parte importante de la implementación de esta estrategia son las agencias de energía que existen en diversos estados. En Puebla, en 2019 se fundó la Agencia de Energía del Estado de Puebla (AEEP, de la que tuve el placer de ser el Titular), con tres objetivos muy claros:

√ Impulsar y colaborar con políticas públicas que fomentaran el desarrollo energético sustentable.

√ Servir como puente entre el sector público y privado para incentivar nuevos proyectos de generación energética.

√ Y motivar la infraestructura energética en el estado.

Los tres objetivos de la AEEP de generación, infraestructura y sustentabilidad, así como otros objetivos que han sido asumidos por otras Agencias estatales, serán cruciales para asegurar que en 30 o 40 años ningún mexicano o mexicana viva en la pobreza energética. Igual de importante será la infraestructura energética de transmisión para utilizar cada vez más fuentes renovables de energía, que contribuyan a reducir las emisiones de gases de efecto de carbono.

La misión de la cobertura global de energía es una tarea enorme en nuestro país, y lograr combatir el cambio climático es un objetivo imprescindible a nivel mundial, por lo que la participación de todos y todas, en todos los rincones de México y a cualquier nivel de gobierno, es esencial.